Blockchain: construyendo confianza

Blockchain, cuyos orígenes se funden (y a menudo confunden) con los de la criptodivisa Bitcoin, es una tecnología disruptiva, capaz de transformar la manera en que tradicionalmente se llevan a cabo los intercambios de bienes y servicios en internet.

Las “cadenas de bloques” permiten que transacciones y sistemas de información complejos se ejecuten de manera transparente y segura, sobre un modelo de interacción distribuido que desplaza a numerosos intermediarios tradicionales y erradica el control de una autoridad central.

¿Por qué blockchain será útil para las empresas? Sus beneficios se pueden sintetizar en tres grandes apartados: aumenta la eficiencia de las operaciones, potencia la transparencia y ahorra costes. Sin olvidar un importantísimo intangible: la generación de confianza, al reducir la percepción de incertidumbre y riesgo gracias a los aportes en seguridad, redistribución de poder y notoriedad de los datos.

Como tecnología emergente, blockchain debe superar todavía algunos desafíos técnicos, principalmente en áreas relacionadas con la interoperabilidad, la estandarización y la escalabilidad, sin olvidar la necesidad de regular un marco legal de actuación. Pero una vez que estos obstáculos se hayan superado, de blockchain solo podemos esperar mejores experiencias: más rápidas, menos inciertas, más controladas por los ciudadanos.