Una revolución pendiente

GoodRebels

8 noviembre 2010

Hay 29.000 ONGs en España, con más de 500.000 trabajadores. Imaginemos que un día deciden asaltar la red, abrir un blog, convertirse en fuentes informativas, reunir a sus socios y voluntarios en Facebook, organizar campañas de activismo… Ese día asistiremos a una nueva revolución en internet. Pero, ¿llegará ese día? ¿tienen las organizaciones capacidad de movilización digital?

Una respuesta a la primera pregunta está en un movimiento que se llama Aprendizaje-servicio, luego os cuento en qué consiste.

La respuesta a la segunda pregunta, ¿movilización? es sí. Más allá de las grandes organizaciones tipo Intermón, Médicos sin Fronteras o Greenpeace, no dejo de sorprenderme con el poder de atracción de pequeñas y medianas organizaciones. Lo he comprobado especialmente los dos últimos años, a través de un proyecto de blogs para ONGs, Estaestuobra.

Este año, una entidad que trabaja con menores en situación de riesgo, Centro Trama, ha conseguido más de 78.000 votos en una votación on line, superando a otras entidades con mayor capacidad de comunicación. Y lo ha hecho gracias a la fuerza de la comunidad, de la comunidad de vecinos.

Resulta que esta organización no ha captado sus votos en redes sociales o a través de widgets o mediante la difusión de su proyecto en otros blogs, lo ha hecho con un método tan tradicional como efectivo: con el cara a cara, hablando y relacionándose con los vecinos y las organizaciones de su barrio, Vallecas, en Madrid. No perdamos nunca de vista la importancia de la comunicación interpersonal, de las relaciones humanas al estilo clásico.

Si esta organización ha conseguido movilizar a tantas personas para que las votaran en un concurso on line, ¿por qué no llevar a toda esa comunidad física a una comunidad virtual?

Vuelvo ahora a la primera pregunta, ¿cuándo se sumarán de forma definitiva las ONGs a la revolución 2.0?

Lo primero, debemos tener en cuenta que entre esas 29.000 ONGs, además de las que más vemos en los medios, que se dedican la mayoría a la ayuda al desarrollo, hay cientos de ellos que trabajan en el ámbito de la salud (esclerosis, Alzheimer, Parkinson, cáncer…), en el de la discapacidad o en el de la desigualdad social (menores en riesgo, adicciones, violencia de género). Imaginad el potencial de contenidos que atesoran, la cantidad de conocimientos, experiencias e historias personales que pueden compartir.

Contenidos tienen, faltan las personas adecuadas para ayudarles a descubrir, dominar y mantener las herramientas. La gran mayoría no tiene perfiles profesionales de marketing on line o Social Media, no lo pueden afrontar. Aquí es donde entra el Aprendizaje-servicio. Hace meses entrevisté a Roser Batlle, la principal embajadora de este método educativo muy desarrollado en países como Argentina y Holanda y que consiste, básicamente, en aprender al mismo tiempo que se ayuda en una causa social o medioambiental.

Lo mejor es explicarlo con un ejemplo real: el caso de Mataró, una ciudad con una gran cantidad de ONGs de perfil sociosanitario (Alzheimer, Parkinson…) que se quejaban de su poca presencia en la televisión local, así que al Ayuntamiento promovió que los estudiantes de Comunicación Audiovisual de FP realizaran sus prácticas contando historias de las ONGs y emitiéndolas en la televisión local.

Pensemos en la cantidad de estudiantes de Marketing, Comunicación o Publicidad que hay en las Universidades Españolas, todos nativos digitales, con un manejo excelente de internet y las redes. ¿Por qué no hacen sus prácticas creando el Plan de Social Media de una ONG, ayudándoles así a difundir su mensaje, a conseguir nuevos socios, a crear una red de comunicación con su comunidad?

Foto. Flickr. Rawksteadi. En la foto una obra de Bansky. Os recomiendo la película Exit through the gift shop.