
Twitter quiere un trozo del pastel
19 enero 2014
Está claro que no se puede vivir eternamente de rondas de inversión y parece que al fin Twitter está dispuesto a echar toda la carne en el asador para disputar a Google y Facebook una buena porción del pastel de la publicidad social, declarando unos ingresos de 220 millones de dólares en el último cuatrimestre de 2013. Estos días se va a hablar mucho del cambio de look de esta red social (y de su asombroso parecido con el de la red más popular), pero detrás de lo estético se esconde mucho más.
El objetivo de Twitter está claro: aumentar la tasa de crecimiento de su comunidad dirigiéndose al gran público con un interface usuable y muy similar al que todos manejan a diario cuando riegan sus granjas, cotillean las fotos de sus amigos o comprueban a quién toca felicitar por su cumpeaños. El reto en este caso es enseñar a muchos usuarios a comunicarse en 140 caracteres, para así pasar de los 240 millones de usuarios activos a los 1200 millones que tiene su rival y para lograrlo apuesta por un formato más visual, donde el multimedia cobra protagonismo y nuevos recursos como los emojis, los tweets destacados o una mejor integración con Vine enriquecen la experiencia del usuario.
Lo realmente interesante de esas nuevas funcionalidades es que también abren la puerta a nuevos tipos de anuncios, orientados a que el usuario interactúe más con ellos realizando acciones como instalar apps, llamar al call center del anunciante o registrarse en un site sin salir del interface de Twitter. Compañías tan solventes e innovadoras como Salesforce apuestan por esta idea y han desarrollado una plataforma específica de anuncios para este canal, así que conviene reservar una porción del presupuesto publicitario de cualquier campaña para dar de comer al pajarito azul y descubrir nuevas posibilidades de llegar a un público cada vez más saturado de la publicidad que invade sus redes sociales.
Estos meses he podido trabajar con diversas campañas de social ads en Twitter, experimentando con los diferentes formatos y logrando buenos resultados. Pero si realmente queremos maximizar el ROI de nuestra campaña de marketing, ¿merece la pena invertir en este canal o es mejor apostar por una buena campaña en Facebook?
Todos conocemos los recientes cambios del algoritmo de Facebook orientados a obligar a las marcas a invertir más dinero en esta plataforma para lograr un alcance decente, incluso dentro de su propia comunidad. Mientras, Twitter (el último gran jugador en incorporarse a la liga de los social ads) apuesta por ofrecer formatos novedosos, como la integración de los tuits en anuncios de televisión, y de momento no satura de publicidad el timeline, logrando que sus tuits promocionados obtengan un CTR más alto que la mayoría de los Facebook Ads.
De momento mi apuesta es clara: campañas en Facebook aprovechando los diferentes formatos para impactar en un público más amplio, pero reservando un cada vez más sustancioso presupuesto para acercarme a los usuarios de una forma más dinámica a través de Twitter, si detectamos un segmento lo suficientemente importante de nuestro target entre los usuarios de este canal. Un presupuesto que irá creciendo conforme estén disponibles los más de 15 formatos publicitarios que irán implementándose progresivamente.

