Startups: donantes para la transformación digital

Eleazar Santos

27 enero 2016

“Se busca joven empresa con ADN digital y modelo disruptivo, para contraer matrimonio con gran corporación tradicional con vocación de cambio y ganas de supervivencia. Interesados en dar un pelotazo, escribir aquí”. Así resumiría un tablón de anuncios el grito inarticulado de una empresa por garantizar su sostenibilidad en el mercado actual, su tan anhelada transformación digital. Sin embargo, cuando se tienen las ganas (pero no el capital humano o tecnológico) para acometer esta gesta, se debe recurrir al emprendimiento externo.

Transformación digital no es un lifting binario, resumido en un sitio web y usar correo electrónico; se trata de incorporar las tecnologías a toda la cadena de valor de las empresas y revisar la aproximación estratégica que éstas tienen hacia un consumidor siempre conectado. Y si aún no te has enterado del porqué de la urgencia, te conviene leer el whitepaper de transformación digital que hemos creado en Territorio creativo.

El imperativo está en la agenda: una encuesta a 1.559 ejecutivos y líderes de diferentes industrias realizada por la escuela de management MIT Sloan y Capgemini Consulting en octubre de 2013, señalaba que el 78% de los entrevistados consideraba crítica la transformación digital para los próximos dos años, pero el 63% aducía que el ritmo de cambio de la tecnología en sus organizaciones era muy lento. Dicho esto, ¿cómo acelerar este proceso?

En aras de la competitividad corporativa en el mundo actual, repasaremos cómo hacer sostenible la digitalización acercándonos a los modelos de Google (adquisición de tecnología) o Facebook (adquisición de cultura y talento). Y con mayor interés, abordaremos cómo grandes empresas tradicionales de los sectores de transporte, telecomunicaciones y banca, ante el imperativo de agilidad para garantizar su supervivencia, recurren al fomento del emprendimiento y la financiación de empresas para hallar nuevas alternativas al modelo actual.

Google y Facebook: cómo se mantienen jóvenes los grandes players digitales

El corazón de la competitividad de Google es la tecnología, no sólo a través de su archiconocido modelo de innovación, sino también producto de la compra de servicios que eran originalmente provistos por otras empresas. Y si consideramos el fuerte ejercicio que realiza esta empresa para testar productos, formato prueba y error, no se puede hacer de otra manera. Basta repasar el listado de compras y adquisiciones de Google que recoge Wikipedia, para saber que Google ha adquirido 178 empresas entre febrero de 2001 y febrero de 2015.

De éstas adquiridas, un total de 22 empresas (más del 12%) son empresas que se han integrado en los servicios de Android (clave para hacerle competencia a Apple en smartphones y tablets), y otras 11 (un 6%) se han integrado Google+ en un intento de mejorar sus servicio de red social, y así plantarle cara a Facebook. El movimiento más reciente y con fecha del 24 de febrero es una startup llamada Toro, cuyo objetivo era proveer a los desarrolladores de aplicaciones móviles una plataforma de gestión y optimización de campañas multivariantes de publicidad en Facebook. Y ahora este conocimiento y recursos formarán parte del equipo de mobile ads de Google.

El brazo encargado de hacer la monitorización de oportunidades del gigante de Mountain View se llama Google Ventures. Esta empresa provee de financiación y soporte (diseño, reclutamiento, marketing, etc.) a empresas en todas sus etapas del ciclo vital, así como de diversos sectores económicos, y entre sus inversiones reseñan empresas de base tecnológica como Uber (transporte), Nest (domótica), Flatiron Health (oncología), etc.

En el otro lado del ring por el control del conocimiento colectivo, Facebook pareciera apostar a las personas como el centro de su estrategia de adquisición de empresas. Su CEO, Marck Zuckerberg, ya apuntaba maneras, en 2010 al declarar “no hemos comprado alguna vez una empresa por la empresa. Compramos empresas para obtener personas excelentes”, y así fundar una cultura emprendedora que permita consolidar su avance. No en vano, la mayoría de las empresas que compran son integradas dentro de la estructura existente y desaparecen, a excepción de Instagram o Whatsapp, que conservan su entidad.

Sin embargo, mantener dentro de Facebook a grandes emprendedores parece ser una tarea aún por acometer. Esta empresa no posee un sistema llamado Facebook Ventures o similar, que le permita capitalizar las oportunidades de innovación que ofrece el ya existente “ecosistema Facebook” (aplicaciones, publicidad, etc.), así como del talento que tiene dentro de su empresa y que busca satisfacer su ego emprendedor. Sólo recurriendo a la red de ex empleados podría tener una buena tajada, según reseñan Leena Rao y Josh Constine para Techcrunch, que aducen que sólo entre 2006 y el primer semestre de 2012, este colectivo habría levantado 271 millones de dólares en capital riesgo; sólo en el primer semestre de 2012, 130 millones de dólares de ese total.

La compra selectiva de un insurgente

Empresas tradicionales como AVIS (alquiler de coches) y Daimler (fabricante de Mercedes-Benz), han movido ficha en pro de la tecnología con la compra selectiva de un insurgente digital. AVIS ha integrado una opción más flexible a su portafolio de servicios de movilidad con la compra de Zipcar, una empresa de alquiler de coches por horas o días y que llega como alternativa a la posesión de un coche para el día a día, a cambio de una membresía desde 6 dólares al mes. Con los precios del combustible como espada de Damocles, las restricciones de espacio de las urbes y el avance en soluciones de transporte público), AVIS ha aumentado su base de clientes y además espera usar la tecnología de Zipcar ampliar sus soluciones de movilidad personal y comercial.

La compra de la aplicación de movilidad MyTaxi por parte de la alemana Daimler, que opera con conductores autorizados de taxis, también pareciera apuntar a un giro en el negocio, con más opciones flexibles de transporte para los usuarios. La empresa que se ha hecho con la app es una filial llamada Moovel, la cual ahora integrará los servicios de MyTaxi a una diversidad de opciones de movilidad: ferroviario de larga distancia, transporte público en todas las ciudades alemanas, carpooling, coche compartido y alquiler de bicicletas. Todo desde una misma fuente.

Por su parte, la disruptiva Uber, participada por Google y que enfrenta problemas regulatorios para poder operar, muta rápidamente en funcionalidad y ha lanzado recientemente UberEATS, un servicio de entrega de comida de los mejores restaurantes de la ciudad, con promesa de entrega inferior a 10 minutos. Con la tecnología como base y el uso de activos de uso compartido, la flexibilidad es la premisa para ganar.

Conectar con emprendedores

La banca es uno de los sectores que más innovación demandan los consumidores. Críticos por su responsabilidad en la crisis financiera, aquellos buscan un valor agregado para una relación inevitable, pero comoditizada. En una casa donde la seguridad debe ser la mayor fortaleza, muchas veces la innovación es percibida como riesgo y muchos de los principales actores mundiales en este sector avanzan lentamente en la transformación digital.

Sin embargo, existen grandes movimientos de innovación en este sector con sello made in Spain. El BBVA, por ejemplo, apuesta a un modelo colaborativo con externos para su transformación digital. A través de su Centro de Innovación (con oficinas en España, México y Colombia… hasta la fecha), fomenta la interacción con el ecosistema de innovación, especialmente emprendedores, startups y desarrolladores.

A gran escala, cuenta con un fondo de capital riesgo llamado BBVA Ventures que sistematiza la búsqueda de oportunidades estratégica que puedan apoyar la agenda innovadora del banco en servicios como pagos móviles, préstamos de dinero, además de big data, ecommerce, etc. Sus áreas de interés: mejorar la accesibilidad y transparencia de los canales financieros, nuevos productos y servicios, y sistemas y plataformas que apoyen la digitalización de los servicios financieros.

En lo que va de 2015, este programa de capital riesgo ha sido el responsable de la inversión en Coinbase, la plataforma líder para realizar transacciones con la divisa virtual Bitcoin (¿la moneda del futuro… o una de ellas?). Además, ha comprado una startup de big data y analytics llamada Madiva Soluciones, que le permitiría usar herramientas de analítica para procesar la vasta cantidad de datos que, desde múltiples fuentes, se producen en las transacciones financieras… y así conocer mejor a sus usuarios y explotar infinidad de oportunidades de negocio. Quizá una de sus compras más emblemáticas ha sido la de Simple, empresa estadounidense paradigma de la banca sencilla y centrada en el usuario, cuya tecnología podría guardar la banca del futuro.

Desarrollo integral del mercado donde operas

Recordando cómo producen valor las empresas en el paradigma digital, una de las claves es invertir en el mercado en el que operas y aprender rápido para aumentar el valor entregado a los usuarios. En este sentido, Telefónica ha apostado a una estrategia integral para desarrollar y fortaleza su posición de liderazgo mundial, pero con un especial interés en el mercado latinoamericano, en donde la empresa obtiene la mayor parte de sus ingresos.

Bajo el paraguas de Telefónica Open Future, la empresa apoya el emprendimiento en todas las etapas del ciclo de vida de una idea:

  • Ecosistemas de emprendimiento (Think Big, Talentum y Plataforma): ecosistemas de emprendimiento para dinamizar las economías locales, apoyando el talento.
  • Aceleración de empresas (Crowdworking y Wayra): herramientas de aceleración de negocios (apoyo financiero, espacios de trabajo, conocimiento, mentores y partners) que permite a la empresa identificar productos innovadores que mejoren la propuesta de valor a sus clientes y socios.
  • Inversión en empresas (Amérigo y Telefónica Ventures): financiación de proyectos con gran potencial, para que puedan escalar su negocio y consolidar su internacionalización.

Esta red global de emprendimiento e inversión ha apoyado un total de 500 empresas, con 300 millones de euros comprometidos por Telefónica y 62 sus socios públicos y privados. La red está abierta a todos aquellos inversores y socios industriales que quieran participar en la aceleración y financiación de empresas tecnológicas de alto valor añadido. Todo esto forma parte del giro de Telefónica como proveedor de servicios de telecomunicaciones a una empresa que ayuda a la innovación de la sociedad mundial, a través de la tecnología (propia o de startups).

Memento: la clave está en las personas

La transformación digital va de poner a las personas en el centro y, con ellas como eje, desarrollar tecnología, servicios… negocios. Por ello, quizá lo más crítico es tener la visión estratégica correcta, y tanto aún más comunicarlo al resto de la organización. Va de que los CEO’s articulen una visión y una hoja de ruta hacia este cambio, y dote de recursos para su consecución (dinero, tecnología y talento). Va de cultura y valores… va de liderazgo y personas.

Existen múltiples detonantes para la transformación digital, entre ellos el clímax que vivimos en la globalización, la ralentización de las economías occidentales, la continua revolución tecnológica y la lucha constante por reducir los costes energético/dependencia/sostenibilidad; y por supuesto, los cambios regulatorios que este ambiente demanda. Y mientras estamos sometidos a estas fuerzas, lo más lógico es pensar que todo negocio se dirige a consumidores tecnológicos, y debemos procurar un ecosistema de negocio en torno a nuestro modelo actual.