Se puede ser exigente y feliz a la vez: rodéate de colegas impresionantes

GoodRebels

12 enero 2015

“Un gran lugar para trabajar es aquel donde uno está rodeado de colegas impresionantes»

Reed Hastings, CEO of Netflix

No me cabe la menor duda de que cada uno tenemos nuestra propia idea de qué es un “colega impresionante”. Para unos será aquel que le cubre las espaldas sin descubrir sus ineficiencias, para otro será aquel que le divierte con cada nueva ocurrencia, para algunos, me temo que los menos, será aquel que le exige lo máximo, siempre con una sonrisa, pero lo máximo al fin y al cabo.

Leer a Reed Hastings en el inspirador documento sobre la cultura de Netflix es un incómodo y gratificante ejercicio a la vez:

  • Por una parte, asusta si eres de alma pusilánime y reconoces que no serías capaz de entregar el 100% de tu esfuerzo, enfocado a conseguir resultados excelentes. Y de paso, exigírselos a tus compañeros. No nos atrevemos a exigir cuando no nos exigimos a nosotros mismos.
  • Por otra parte, inyecta adrenalina y abre nuevos horizontes a la hora de funcionar como un equipo, precisamente por la exigencia implícita en todos y cada uno de los apartados que expone. Si te gusta entregarte a lo que haces de verdad, más allá del postureo en formato “apasionado por” que prolifera en las cuentas de Twitter, te reconocerás en un documento hecho para mostrar cómo las personas pueden funcionar como un equipo de alto rendimiento y ser felices por ello.

¿Y en Territorio creativo? La exigencia “estándar” de cualquier empresa ha estado presente desde el inicio. Sin embargo a medida que han pasado los años y hemos tomado conciencia de que el verdadero poder de una empresa que vende “conocimiento” es precisamente su exigencia, nuestro afán por ésta se ha vuelto piedra filosofal de nuestra cultura como compañía.

El punto de inflexión fue 2009, cuando decidimos apostar el todo por el todo y entregarnos en cuerpo y alma a ser parte de la historia de la transformación digital en España y fuera de ella, transformación digital en múltiples sabores que está volviendo del revés sector a sector, el de las agencias y consultoras entre otros.

Con ese punto de partida, hemos apostado por construir esa empresa donde estemos rodeados de colegas que nos motiven y nos impresionen. Algo que cada uno de nosotros debe perseguir a diario, para convertirse en ese colega que los demás valoren y quieran en sus equipos. La condición de permanencia en Tc, sin lugar a dudas.

Y para muestra un botón: la realización de evaluaciones internas (In-Progress) cuyo objetivo es que todos valoremos a quienes forman parte de Territorio creativo. Cada evaluación nos da la oportunidad, de forma anónima, de valorar y ser valorados. Sin distinción de edad, antigüedad o cargo.

Pero el objetivo implícito es que cada uno de nosotros piense que antes de exigir a los demás, tenemos que:

  • Reflexionar si somos los líderes que nuestros compañeros necesitan. Verdaderos guías con vocación de servicio.
  • Analizar cuanto de exigentes somos con nosotros mismos, de la misma manera que nos gusta que los demás lo sean consigo mismos.
  • Pensar cómo nos enfrentamos a los problemas. Tomando las riendas sin desmayo o preferimos dejar que lo hagan otros, poniéndonos de lado.

La duda y el escepticismo permiten no dar por bueno lo que hacemos. Nos alejan de la auto-complacencia y nos ponen frente al espejo, que nos refleja por igual a jóvenes y viejos:

¿Soy el colega impresionante por entrega, conocimiento, disponibilidad y coraje que mis compañeros necesitan?

Nota: esta reflexión forma parte de una nueva categoría de contenidos en nuestro blog: «CREAMOS Tc». Reflexiones en abierto de las discusiones y decisiones que nos ayudan a crear Territorio creativo, previamente habladas en nuestra compañía y que ahora lo hacemos también de forma abierta.
Yo no me perdería esta nueva categoría 😉