
Post pagado: menos samba y más trabajar
4 febrero 2009
¿Galgos o pondencos? No deja de llamarme la atención leer en los más diversos foros como cada nuevo intento por parte de los anunciantes de llegar a los Social Media y utilizarlos, levanta ampollas entre los más veteranos del lugar. La polémica en torno al post pagado, ese elemento satánico salido de las cavernas del averno, diseñado para dominar a los blogs y a sus escribanos en pos de un fin último indescriptible, asoma cada cierto tiempo cuando se descubre que éste o aquel bloguero ha escrito acerca de éste o aquel producto, sin haberlo comunicado previamente. Y a continuación los maestros jedis de la blogosfera se enzarzan en discusiones bizantinas que recuerdan a aquellas que por eternas y famosas han quedado para los anales de la historia, como ejemplo de interminables a la par que vacías.
Parece claro que el buen rollo blogosférico, bajo el formato «vamos a cambiar el mundo con nuestros blogs, tralará» está quedando desfasado por una realidad palpable y acuciante: sobrevivir en el día a día. Siempre he defendido que el hambre lo cambia todo y que la ola de «buenrollismo» que vivíamos era fruto de una situación económica que la alentaba.
Pero eso está cambiando. A pasos agigantados.
Defendía no hace mucho que si tienes un blog muy seguido, con una audiencia amplia ¿qué te impide ganar dinero con ello? A priori, nada. Sin embargo leyendo con gran detenimiento lo que estos días se escribe y dice al respecto, puede que no esté de más reflexionar por escrito sobre algunos puntos:
- Cada uno puede hacer con su blog lo que le plazca: esto es simplemente sentido común. Por supuesto, cada cual recogerá los frutos de su decisión. ¿Es bueno o malo? realmente no tenemos ningún derecho a juzgar las acciones de cada cual.
- Es absolutamente lícito que haya blogs que se montan por dinero. De hecho hay redes comerciales de blogs que no sólo no vienen a cambiar el mundo, si no que vienen a ganar dinero, a competir con otros medios para quitarles cuota de mercado. Y como el dinero es finito, las tensiones por conseguirlo se acrecentarán.
- En el pasado el juego lo jugaban otros medios: eran los que aglutinaban la inversión en publicidad de los anunciantes. Y no quedaba otra: a nadie se le ocurría montar un periódico propio para anunciar su propia publicidad. Ahora hay infinidad de medios en formato blog que permiten comunicar y además está lo que llamamos la larga cola: con lo cual se puede llegar a un acuerdo con éste o aquel para publicitarnos en él y el resto de los blogs se hará eco y ayudará a que el mensaje se difunda.
- Lo que parece evidente es que si tienes un blog con audiencia y apetecible para los anunciantes te enfrentarás tarde o temprano a un dilema: ¿cobro dinero por mi inserción, con decisión y tarifas claras y aviso de que es publicidad o acepto la dádiva del anunciante y además no digo ni pío sobre si es publicidad? ¿O por último no cobro nada ni acepto la dádiva? Me reafirmo en el punto primero: la decisión es de cada cual.
Dicho todo esto, queda un punto a considerar: detrás del Social Media no hay un modelo definido para el anunciante. Y de hecho esto puede constituir su mayor punto en contra para que despegue como soporte válido. Por si fuera poco lo fragmentado de los blogs y demás micromedios los convierte en reinos de taifas, un escenario ideal para el anunciante que lejos de plantearse preguntar por unas tarifas, lo que hace es llegar con un regalo debajo del brazo sabiendo que encontrará blogs dispuestos a hablar sobre su producto o servicio, sin pedir mucho más a cambio.
Y en este punto sí voy a dar mi opinión personal: si conseguimos hacer del Social Media un lugar con un mínimo de reglas de juego, las que sean, pero suficientes para que los anunciantes y las audiencias sepan a que se pueden atener, tendremos mucho ganado: los blogs y sus editores interesados en ganar dinero con sus medios, sólo tendrán que preocuparse de hacer buenos contenidos y ganarse la audiencia; el anunciante estará ahí, ahora sí sabiendo a que atenerse si quiere que se hable de su producto en un blog o si quiere insertar publicidad. Y si además le podemos ofrecer métricas de la respuesta obtenida en cuanto al resultado de la acción a pesar de que esté repartido por varios blogs, sería la bomba.
A nadie le amarga un dulce, pero ya que estamos que sea un dulce bien elaborado 😉

