Pinterest desde un punto de vista legal: ¿más de lo mismo?

GoodRebels

23 febrero 2012

Creo que no hace falta que me refiera al éxito que está teniendo Pinterest en cuanto plataforma online y a la funcionalidad y potencial que se le prevé, tanto desde un punto de vista de usuario como empresarial.

Sin embargo, si analizamos tal herramienta desde un punto de vista legal, de nuevo nos encontramos con las dificultades habituales, como son, de un lado, que estamos contratando una plataforma norteamericana, cuyo titular es la compañía Cold Brew Labs, Inc.. Esto supone que nos estamos sometiendo a la legislación estadounidense y a la jurisdicción de California («These Terms and any action related there to will be governed by the laws of the State of California without regard to its conflict of laws provisions. The exclusive jurisdiction and venue of any action with respect to the subject matter of these Terms will be the state and federal courts located in the Northern District of California and each of the parties hereto waives any objection to jurisdiction and venue in such courts»).

Y, de otro lado, que nuestra relación con dicha plataforma se va a regir por los términos y condiciones que imponen, a las que nos sometemos cuando nos damos de alta en aquella. Esto significa que nos encontraremos con situaciones que, bajo el derecho español, serían claramente conflictivas, como puede ser el relativo a la posibilidad de darse de alta a mayores de 13 años o a la transferencia internacional de datos que se lleva a cabo.

Hasta aquí no descubrimos nada. De hecho, todos los que hemos tratado con empresas como Facebook, Google o Twitter -por citar algunas-, sabemos de las dificultades que nos encontramos a la hora de presentar cualquier tipo de reclamación o de queja, o de intentar ponernos en contacto con ellos ante cualquier eventualidad relacionada con el funcionamiento de la herramienta, precisamente por sus continuas remisiones a sus correspondientes centrales estadounidenses.

Pero, en este caso, no está de más tener presente algunas de las condiciones que estamos aceptando con el alta en Pinterest y con la obtención de la licencia de uso correspondiente.

Así, por ejemplo, resulta curioso detenernos en comentar el hecho de que, al registrarnos con nuestros datos de acceso a nuestra cuenta en redes sociales (pe. Twitter o Facebook) estamos concediendo a Pinterest la posibilidad de que acceda a la información de dichas cuentas («If you decide to create your Account by logging into a Social Networking Service (SNS) via the Site, we will extract the Personal Information you have provided to the SNS (such as your “real” name, email address and other information you make publicly available via the SNS) from the account you have with such SNS and use that information to create your Account«). Y digo curioso porque solemos estar tremendamente concienciados con nuestra privacidad en redes sociales, si bien cada vez más aplicaciones y similares nos solicitan -y les damos sin rechistar- los datos de acceso a nuestras cuentas en redes sociales como requisito ineludible para conseguir que nos presten sus servicios, aún a sabiendas de que les abrimos las puertas de nuestra casa a un desconocido.

Además de esta circunstancia, merece una especial atención el apartado «member content«, en el cual se refleja la preocupación por parte de Pinterest sobre aquellas cuestiones relativas a la propiedad intelectual de los contenidos que se suben a la plataforma, así como la responsabilidad del usuario en este sentido. Es evidente que, a la vista de las características de Pinterest, una de las vías de mayor conflicitividad puede provenir de problemas relacionados con la titularidad de los contenidos. De este modo han desarrollado, asimismo, una política específica dedicada a copyright, que conviene conocer de cara a eventuales controversias sobre esta materia.

También hay que atender a la prohibición expresa que impide a los usuarios enviar publicidad no solicitada, material promocional, spam, etc., a otros usuarios. Teniendo en cuenta la posibilidad que ofrece Pinterest de contactar con el resto de usuarios de la plataforma, una prohibición de este tipo me parece más que acertada. Faltará por ver quién es la primera empresa que hace caso omiso a esta prohibición y considera adecuado desarrollar una campaña promocional por esta vía, aún exponiéndose a que le cancelen la cuenta por incuplir los términos y condiciones.

Sí creo que merecen especial referencia algunos aspectos de Pinterest relacionados con la privacidad, cuya incidencia jurídica es importante. En particular, me refiero a la utilización que se hace de tu información a efectos de segmentación con fines publicitarios, donde, a través de cookies pueden conocer tus intereses y, a partir de ahí, hacerte llegar comunicaciones comerciales comportamentales. O, la posibilidad que se reservan de vender tus datos en determinados casos, como pueden ser los de operaciones de reestructuración empresarial («Business Transfers. Cold Brew Labs may sell, transfer or otherwise share some or all of its assets, including your Personal Information, in connection with a merger, acquisition, reorganization or sale of assets or in the event of bankruptcy«).

Por último, me ha llamado la atención el procedimiento que tienen de eliminación (o, mejor dicho, de no eliminación) de tu cuenta en el caso de darte de baja de Pinterest («If you completely delete all such information, then your Account may become deactivated. We will use commercially reasonable efforts to honor your request. We may retain an archived copy of your records as required by law or for legitimate business purposes«).

En definitiva, es evidente que después de leer este post todos seguiremos dados de alta en Pinterest y que la ilusión de sus nuevos usuarios no se va a ver afectada por estas líneas, especialmente después de ver la repercusión que ha tenido el fenómeno Pinterest en medios sociales. Sin embargo, estas reflexiones no van, sino, encaminadas a saber de qué mal vamos a morir…