
Personas e innovación: el nuevo ‘The Washington Post’
11 septiembre 2013
Personas primero e innovación después. Cada vez son más las organizaciones que tienen claro que las personas deben estar en el centro de cualquier estrategia.
Hasta ahora, nombrar a The Washington Post era para muchos recordar que uno de los principales motivos por los cuales este diario se hizo conocido a nivel mundial en la década de los setenta, era porque entre sus filas había dos periodistas: Bob Woodward y Carl Bernstein que acabarían con el mandato de Nixon en el conocido caso Watergate. Hoy, a sus ciento treinta y seis años de vida y habiendo pasado por diversos dueños la más conocida, quizás, la familia Graham por haber estado al mando desde 1933 a través de cinco generaciones – The Washington Post vuelve a sonar con fuerza y no por la crisis que ha hecho que durante los últimos meses se despidiese a parte de su plantilla o porque en seis años ha experimentado una caída de ingresos del 44%. No. El culpable de hablar tanto de él, es Jeff Bezos, el fundador de Amazon, quien ha decidido ligar su nombre a este diario cuando a principios de agosto sorprendía al mundo al adquirirlo por 250 millones de dólares. Quizás a partir de hoy, cuando nombremos a The Washington Post deje de venirnos a la cabeza las palabras Woodward, Bernstein, Nixon o Watergate, y en su lugar, lo hagan simplemente dos: lectores e innovación.
Tras la noticia y las especulaciones en torno a la adquisición, llegaron las preguntas: ¿y ahora qué?
No deja de resultar llamativo que el fundador de Amazon se fijase en un medio de comunicación que se encontraba de capa caída. Mi interés personal, sobre todo al principio, era conocer la línea editorial que seguiría, pero pasado el tiempo lo que realmente más me intriga, es conocer cómo Bezos hará el boca a boca para reanimar a este gran peso mediático.
Para el periodista de Actualidad Económica Miguel Ángel Uriondo:
El mundo del periodismo ha estado, durante mucho tiempo, atado por formatos que llevaban años definidos. Cuando estudias historia del periodismo te das cuenta de cómo en unos pocos años hemos avanzado más en nuevas formas de presentar la información que en los últimos cinco siglos. Internet ha abierto el grifo del agua caliente y por ahora, por mucho que nos quejemos, sólo está tibia. Pero saldrá caliente. Muy caliente.
Coincido en esta reflexión con él. Esto es quizás sólo el principio y todo irá todavía más rápido. Es verdad que como dice Uriondo, ni el propio Bezos sabe qué va a ser el periodismo, pero al menos, lo que sí tiene claro, es que sabe que tiene una herramienta para ir probando cosas. Y por encima de todo esto antepone lo que ha sido su mantra: los clientes, que en este caso serán los lectores y en definitiva hablamos de lo mismo: personas.
Bezos quiere implantar la estrategia que ha llevado al éxito a Amazon y que en el caso del Post puede garantizar su continuidad: Put the customer first. Invent. And be patient.
Después de las personas, viene inventar y experimentar y en esto, no cabe duda de que Bezos lo hará porque lo que tiene claro es que el Periodismo necesita un cambio, sí o sí.
Leyendo el artículo del periodista Pablo Pardo, de El Mundo, cuenta que ya hace un año, Bezos en Alemania daba su visión de la situación de la prensa. Ya entonces, compartía tres premisas cruciales:
- El papel acabará desapareciendo. Está claro que en este punto, estamos todos prácticamente de acuerdo. La tecnología ha jugado aquí un papel importante que está dando paso a nuevos formatos y los nuevos formatos también implican nuevos hábitos de consumo y además, el papel está en crisis.
- Los contenidos en la web deberán seguir siendo gratis. Cierto es, que empezar a cobrarlos ahora cuando han sido prácticamente siempre gratis, resulta cuanto menos complicado de formular o mejor dicho, gestionar. Estos contenidos web que son cada vez los que más se consumen, están dando paso a que existan cada vez más microemprendedores periodísticos como apunta Miguel Ángel Uriondo. «Es decir, periodistas que acabarán creando sus pequeños medios y sabrán quién es su público y dónde están sus posibles fuentes de ingresos. ¿El gran reto? Equilibrar de forma portátil la ecuación libertad-control económico.
- Por último, las tablets. Como bien indica Bezos, son un impulso para los periódicos ya que la gente está dispuesta a pagar suscripciones en este dispositivo. De hecho, en Estados Unidos cada vez nacen más medios de comunicación con la clara intención de ser consumidos en este formato y medios tradicionales que cada vez se ocupan más de tener en cuenta las audiencias de sus contenidos en estos dispositivos.
No sé si Bezos marcará tendencia y a partir de ahora, veremos más adquisiciones de este tipo. Pero lo que sí tengo claro es que si sirve para que los medios de comunicación se reinventen, bienvenido sea. Porque Jeff Bezos lo tiene claro: clientes primero. Y en el caso del Washington Post «el deber del periódico es siempre con los lectores, no con el dueño». Y hasta ahora no le ha ido mal. Nada mal.
Imagen de Esther Vargas de «Clases de Periodismo»

