Metodología y creatividad. ¿Destinados a entenderse?

Olga Torras

22 diciembre 2014

¿Qué evoca la palabra metodología? Seguramente algo relacionado con producciones complejas, sistemas alemanes, cadenas de producción japonesas y un cierto aire gris. Hagámoslo al revés. ¿Y si pensamos en creatividad? Seguramente un artista, su entorno, caos y ese je ne sais quoi que se respira en el ambiente cuando se está creando.Pese a existir metodologías para desarrollar la creatividad (pensamiento lateral, etc), estos dos conceptos no se vinculan intuitivamente.

¿Pero cuán de importante puede llegar a ser el método en el proceso creativo?

Podemos entender la metodología como un elemento necesario para optimizar un proceso; pero cuando hablamos de un proceso tan abstracto como el creativo, pensar en métodos parece inducir a coartar el proceso, no a potenciarlo.

Si algún personaje actual puede ser visto como un genio icónico de otra época, ese es sin duda Ferran Adrià; que ha sido innovador incluso escogiendo el terreno de juego, la cocina.

El método al servicio de la creatividad: elBulli, un caso de éxito

Antes de hablar de deconstrucción, Ferran Adrià ya hablaba de método en su libro “Los Secretos de El Bulli”

El hecho de que durante los últimos siglos se hayan producido tantas novedades en el mundo de la cocina ha propiciado que se tenga que multiplicar el esfuerzo por crear algo nuevo. Por esta razón, en elBulli hemos optado por profesionalizar al máximo este proceso creativo.

[…]Esta iniciativa (refiriéndose al taller) nos permitirá que el desarrollo de la idea sea mucho más rápido, con la consiguiente mejora en cantidad y calidad.

En el taller podremos desarrollar con tranquilidad y con el tiempo que se requiere nuestro proceso y nuestra técnica creativa siguiendo el modelo que mostraré a continuación, en este caso tomando como ejemplo el tema «mar y montaña»:

Metodología y creatividad Ferrán Adriá
Proceso para la creación de platos

Los dos momentos más importantes del proceso son encontrar la idea y decidir si se sigue o no – Ferran Adrià “ Los secretos del Bulli”

En elBulli vemos cómo convivía la organización minuciosa a la que obliga un ratio de 1,4 cocineros por comensal con la creatividad que respiraba su menú. En el taller tenemos por un lado la libertad del que quiere hacer lo que nunca se ha hecho antes y por el otro una documentación de rigurosidad científica; cada prueba se documentaba a diario, por escrito y con fotografías, semanalmente se recapitulaba toda la información y se extraían conclusiones.

Si algo se aprende viendo como se trabajaba en el Taller de elBulli, es su determinación por conocer a fondo los elementos base de la cocina. ¿Qué es el azúcar? Cómo reacciona a diferentes manipulaciones? Y combinada con distintos alimentos? Cómo se puede manipular? Dónde está el límite?

Con las piezas estudiadas a través del concepto de cocina molecular el equipo de elBulli podía crear nuevas combinaciones e incluso nuevas piezas. Ferran Adrià pone en elBulli un método de investigación, prueba y error, aprendizaje y documentación al servicio de su creatividad. Asegura así, que las limitaciones en sus creaciones sean únicamente aquellas que tiene la capacidad de inventiva humana.

A este método le han seguido muchos más, y del afán científico de Ferran Adrià nacen la bullipedia y la Bulli Foundation; también podremos ver este mes su proceso creativo auditado en la exposición de la Fundación Telefónica.

Visto lo anterior cabe hacerse una reflexión ya sea como organización, compañía, empresa o incluso a título personal: ¿Dónde hay que poner método y organización y dónde no? ¿Primar tanto la creatividad te obliga a vivir en un exceso de caos? ¿ O un exceso de organización está coartando tu libertad?

Como toda reflexión que merezca la pena, no existe una respuesta única o la fórmula de éxito asegurado. Tengamos presente que hay que ser creativo incluso en la creación de métodos y que tal y como dice el propio Ferran Adrià “el cambio constante, es un método”.