
Más allá de las herramientas
16 agosto 2011
La prensa generalista ha calificado a la mensajería de BlackBerry empleada en las revueltas del Reino Unido como una red social en la sombra. Este es un ejemplo perfecto de cómo el calificativo de red social a las herramientas empleadas para que las redes sociales reales se coordinen entre sí resulta limitador para entender la realidad en la que nos desenvolvemos.
La coordinación de movilizaciones populares por la vía de teléfonos móviles no es en absoluto nueva: nuestro 11-M es un ejemplo conocido por todos, como lo fueron las revueltas filipinas y como fue mucho menos importante – por no decir nada – el uso de Twitter en las movilizaciones iraníes: ni soportaba el alfabeto farsi ni era fácil tener una cuenta de datos en un móvil. Por contra, las redes de blogs eran más potentes. De las revoluciones naranjas a Moldavia, pasando por las recientes de Túnez y Egipto y el reciente caso del 15-M español, los medios de comunicación han tratado de atribuir a una serie de herramientas en concreto la pauta para el cambio del mundo, olvidando la raíz de la transformación social que se genera por las topologías de red modernas.
Justo en el momento en que se predica que todo el discurso social se produce de una forma decisiva a través de Facebook y Twitter, esta nueva erupción social recuerda que el mundo de la comunicación en la sociedad red es mucho más complejo y rico y no se puede limitar a dos herramientas en concreto. El proceso de convergencia digital y de desintermediación es mucho más amplio: las conversaciones están en todas partes y, como se puede ver, pueden ser extraordinariamente relevantes… sin estar en las dos redes más publicitadas.
Imagen | Paul Downey en Flickr

