
Marketing de performance – convierte tu objetivo en un plan
5 diciembre 2019

Una meta sin un plan es sólo un deseo.
– Antoine de Saint-Exupery
No hay absolutamente nada malo en soñar, pero hay una gran diferencia entre establecer una meta y alcanzarla. Sin un plan, esa meta se convierte en poco más que un sueño.
Para que una empresa logre algo impactante y significativo, es importante aprovechar al máximo todas las oportunidades de negocio que se nos presenten, pero en ningún caso podemos saltarnos el proceso de desarrollar una estrategia. Si esto sucede, los errores son inevitables, se malgasta la inversión y nunca conseguiremos aprovechar la oportunidad que hemos detectado.
A la hora de lanzar un nuevo producto o campaña debemos destinar el tiempo necesario para plantearnos: ¿qué es lo que realmente queremos lograr? ¿Cómo podemos llegar allí? Este proceso lo podemos dividir en tres simples pasos:
- Deseo: lo que te gustaría lograr.
- Objetivo: a dónde quieres llegar.
- Plan: una guía paso a paso de cómo llegar hasta allí.
«Si no tienes tiempo para hacerlo bien. ¿Qué te hace pensar que tendrás tiempo para hacerlo de nuevo?» Seth Godin
Método PROSPER: planea tu marco de trabajo.
Desarrollar una estrategia de marketing no es una ciencia exacta. Sin embargo, como profesionales del marketing, disponemos de diferentes herramientas que podemos aplicar en función de las necesidades de cada proyecto. Una de ellas es el modelo PROSPER, que gracias a la evaluación de datos internos y externos nos garantiza una mejor comprensión de las oportunidades y su valor de mercado. Este conocimiento contribuye a que podamos investigar e identificar el segmento de mercado que nos interesa, así como el tamaño de la audiencia a la que nos queremos dirigir en base a una evidencia empírica creíble.
Gracias a este punto de partida, tenemos una idea clara de las oportunidades de negocio y el tamaño del mercado, además de conocimiento previo sobre nuestro público objetivo y sobre la competencia. Y esto es clave de cara a encontrar cuáles son los puntos de diferenciación para nuestro posicionamiento y narrativa de marca. Una vez realizado este proceso podemos empezar a establecer objetivos estratégicos (y que sean objetivos SMART).
Ahora que ya nos hemos preparado, podemos identificar un objetivo claro y medible, basándonos en datos empíricos que provengan de nuestra etapa de planificación y aporten credibilidad al plan.
Prueba y aprende – El plan de acción
En el siguiente paso, debemos desarrollar el plan ejecutivo y táctico. Como ya hemos definido la oportunidad de negocio, nuestra audiencia, el posicionamiento y los objetivos específicos, tenemos la foto perfecta para poder decidir qué estrategias de marketing debemos aplicar para alcanzar nuestras metas.
Basándonos en nuestra experiencia podremos identificar cuáles son los canales de marketing más efectivos para lograr nuestros objetivos (generación de leads, ventas, awareness u objetivos más específicos) en función de cada target y distribuir el presupuesto para lograr el mayor impacto a nivel de resultados.
Cada canal debería contribuir de una manera específica a los objetivos. Si no alcanza a nuestro público objetivo o no nos proporciona unos resultados específicos (como leads, alcance, conversiones.…), deberíamos prescindir de él. Gracias a los datos sabremos qué aporta cada canal a la consecución de los objetivos de la campaña y podremos tomar decisiones.
Ganancias marginales
La inteligencia se mide según nuestra capacidad para cambiar.
– Albert Einstein
Hace algunos meses escribí sobre cómo deberíamos aplicar más a menudo la teoría de las ganancias marginales en el contexto de los negocios las empresas y sobre cómo podemos aplicarla a la perfección para encontrar una solución que aumente el performance de nuestros negocios.
Una vez que hemos desarrollado el duro trabajo de la planificación y ejecución, siempre existe el riesgo de la autocomplacencia. No deberíamos quedarnos quietos, tus competidores no lo harán así que, ¿por qué deberías hacerlo tú?
He esbozado un marco de trabajo muy sencillo sobre la hoja de ruta que puedes aplicar en tu empresa para que active su mentalidad de innovar digitalmente y busque de manera constante generar mejoras incrementales.

Para implementar este modelo la dedicación y la innovación son imprescindibles. Esta innovación es lo que ayudará a nuestro equipo a aprender, mejorar y a dirigir un crecimiento incremental.
Piensa SMART
Una vez que nos hemos sumergido en la ejecución de nuestra estrategia es muy fácil perderse entre la gran cantidad de datos a los que tenemos acceso en el marketing digital. Además, muchas empresas caen en la trampa de añadir cada vez más datos en sus informes de resultados y no son capaces de interpretarlos. Debemos recordar constantemente el plan que establecimos en un principio y ser capaces de responder eficazmente a las preguntas sobre nuestros objetivos.

