Lost in Translation: el mundo de la traducción 2.0

GoodRebels

20 enero 2014


Durante estos últimos años hemos sido testigos de infinidad de casos en los que empresas o individuos han creado una marca personal potente gracias a las redes sociales. A pesar de que se han escrito ya ríos y ríos de tinta sobre este tema, estos casos siempre nos son muy útiles, pues sirven como fuente de inspiración y de aprendizaje. Así está ocurriendo en el mundo de la traducción, donde, para lograr visibilidad se ha tenido que librar durante siglos una dura batalla contra el peor enemigo de la “marca personal”: el anonimato.

Para empezar, ¿qué entendemos por “traductor”? El imaginario popular suele concebir la figura del traductor como la de una especie de súper-diccionario en movimiento, capaz de traducir palabras entre dos idiomas de manera automática; son profesionales capaces de “traducir” en las conferencias al mismo tiempo que habla el ponente. También están los intérpretes, que para una buena parte de la sociedad, son “actores con una profunda inquietud por los idiomas”…

En realidad, los traductores son profesionales que, como la gran mayoría, ofrecen servicios de suma importancia para ámbitos tan diversos como el entretenimiento, la justicia, el sector biomédico-sanitario, la difusión científica, etc. A pesar de su labor, han estado siempre condenados a ser “entes invisibles”, de los que sólo nos acordamos cuando la película o el libro “están mal traducidos”; estaban en un “limbo laboral” al que tan sólo acudían los clientes para discutir temas tan tediosos como son los honorarios o plazos de entrega… hasta que el Social Media entró en juego.

El Social Media está redefiniendo las leyes que actualmente rigen el mundo de la traducción, y está ofreciendo a estos profesionales infinidad de caminos que explorar para potenciar su negocio. Desde herramientas básicas como una página oficial en Facebook o un perfil de Twitter con un plan de contenido bien enfocado, hasta otras más “profesionales” como campañas de FB Ads para potenciar el alcance de sus anuncios o campañas de SEM. Un alto tanto por ciento de los traductores son freelance, así que imaginad los beneficios que pueden extraer de una campaña SEM estructurada correctamente.

De entre los casos de éxito más grandes, destaca el de Pablo Muñoz Sánchez, un joven traductor que decidió comenzar a contar sus andaduras por el mundo de la traducción en su blog Algo más que Traducir y que ha acabado convirtiéndose en todo un éxito en las redes sociales, que cuenta con casi 9.000 seguidores en Facebook y casi 6.000 en Twitter. Con la ayuda de las redes sociales (junto a su esfuerzo offline) Pablo Muñoz ha derribado el muro del anonimato, ha creado una marca personal inconfundible y se ha convertido en el mayor referente del sector de la localización de videojuegos y software en España. Basta con introducir “localización de videojuegos” o “traducir” en Google para comprobarlo.

Otro de los casos destacables es el de Leon Hunter, un traductor de inolvidable nombre, que por medio de las redes sociales ha proporcionado una gran difusión a su labor como traductor jurídico-jurado y labrarse igualmente una marca personal inconfundible. Cuenta con 5.000 seguidores en Twitter y más de 5.000 en Facebook.

Aquí tenéis las claves de por qué la traducción y el Social Media son el matrimonio perfecto:

  1. Marca personal. Las opciones que ofrecen las redes sociales a un traductor son infinitas, tanto como lo sea la creatividad de cada uno. Explorar, probar, inventar o reinventar… todo vale para poder ofrecer unos servicios únicos.
  2. Relación dinámica con el cliente. Hasta ahora se basan en métodos arcaicos que podrían estremecer a más de un lector asiduo a este blog. Por ejemplo, en muchos casos, el primer contacto entre los traductores jurados y su cliente es este documento. Sobran las palabras… ¡y las soluciones!
  3. Contacto con usuarios. Ahora los traductores pueden lograr lo que siempre han añorado: la posibilidad de comentar sus obras con los usuarios últimos. Además, como en cualquier profesión, el feedback es una fuente fundamental de aprendizaje y los traductores tienen por fin las herramientas de acceder a él.
  4. Formación nueva y de utilidad. Si hay algo que los traductores saben es que el saber no ocupa lugar. Investigar y hacer uso de las redes sociales puede ayudarte en tu vida profesional como traductor, al mismo tiempo que te puede abrir otras puertas que jamás habrías considerado.

En definitiva, el Social Media ha conseguido dar la vuelta a un mundo que hasta hace muy poco estaba estancado en prácticas ya obsoletas, proporcionándole todas las herramientas necesarias para crear un mercado más competitivo, más visible y, sobre todo, más tentador que el actual. Este fenómeno también refuerza la tesis de que, al final, quien no se beneficia del Social Media es porque no quiere.

 

Imagen tomada del blog de Jeff Bullas