Llévate a Kotler a desayunar

Jaime Lloret

24 agosto 2012

Eso es lo que parece que hemos hecho esta mañana en Territorio creativo y hemos pensado que eran reflexiones interesantes para compartir con todos. Hace unas semanas, antes de mis vacaciones, me pidieron que hablara en el #TcDesayunos de hoy sobre conceptos básicos de marketing y no se me ocurrió nada mejor que hablar de Kotler y de algún otro clásico, que en contra de lo que muchas corrientes de pensamiento dicen, no están muertos, están más vivos que nunca.

Leemos continuamente que el marketing ha muerto, que hay un nuevo marketing y alguna otra perla que, la verdad, creo que tiene poco fundamento o al menos poco conocimiento de marketing.

Según la AMA, marketing es:

Marketing is the activity, set of institutions, and processes for creating, communicating, delivering, and exchanging offerings that have value for customers, clients, partners, and society at large

Vamos, que marketing es crear valor para personas. ¿Esto ha dejado de estar vigente? Ni siquiera las 4p lo están, si las recordamos:

1. Producto

2. Precio

3. Promoción

4. «Plaza»

Ninguna de ellas deja de ser actual y por supuesto, ninguna es prescindible. Lo que ocurre es que no hacemos las cosas como antes.

Además, empezamos a entender que el producto no es un objetivo en sí, sino un medio que permite a las personas satisfacer sus necesidades, algo que ya dijo Levitt hace bastantes años en su artículo «la miopía del marketing«.

No basta con poner un anuncio y esperar llegar a todos y, sobre todo, no basta con decir que eres algo, tienes que demostrarlo. Si conseguimos vender, hemos cubierto una primera parte de la ecuación, pero si conseguimos personas satisfechas, tendremos promoción gratuita y de mucho más valor.

Todo lo que hacemos impacta en la marca, TODO, no podemos esperar que una promesa de entrega de valor o de experiencia de cliente que no se cumple quede impune. Al fin y al cabo estamos en la era en la que las personas están más conectadas que nunca. Si queremos ponerlas en el centro, no olvidemos a los clásicos: