La importancia de la responsabilidad social corporativa

Aránzazu Mancisidor

7 diciembre 2006

Las últimas campañas de Burger King han generado todo un debate sobre la responsabilidad social de las empresas, un concepto muy en boga desde hace unos años. Demostrar una preocupación social como empresa está logrando en muchos casos acortar distancias entre las empresas y los consumidores. Al menos eso refleja el informe realizado por Forética, Foro para la evaluación de la gestión ética, que afirma que “9 de cada 10 consumidores estarían dispuestos a penalizar actitudes corporativas irresponsables mediante la negativa a consumir sus productos“?. A la luz de estos datos ¿cómo juzgamos la campaña de BK o la del escaño de Zapatero? ¿Entran los conceptos puestos en juego en estas campañas en la idea de responsabilidad corporativa?

Las empresas también parecen tomarse en serio la idea de la responsabilidad social corporativa y su reputación corporativa. El informe de Forética muestra que en dos años la responsabilidad corporativa se ha convertido en una tendencia muy en boga, con muchas más empresas y consumidores preocupados por esta cuestión. Es curioso y paradójico: los consumidores son más conscientes y más exigentes; uno de cada dos consumidores cree que ha habido una mejora en la responsabilidad corporativa (50% frente al 40% en 2004). Pero también hay más gente crítica, que considera que las empresas se preocupan menos (casi un 20% frente al casi 10% en 2004). Si combinamos este clima de opinión con la velocidad del buzz o de los rumores en el web 2.0, nos encontramos con un cóctel explosivo para las empresas.

¿En qué terrenos cree la empresa que tiene que ser responsable? Ha de tener un compromiso ante la sociedad (26,11%), ser responsable con sus trabajadores (24,1%), con los clientes (11,6%), con la calidad de sus productos (11,1%), con el medio ambiente (9,9%) y con las partes involucradas en sus transacciones y área de negocio – stakeholders (4,7%). También se menciona la ética y la transparencia (3,7%) y, en último lugar, la integración cultural y la relación con ONG’s (1,2%). Una minoría cree que puede ser responsable con sus resultados económicos (2,4%).

¿Por qué hay que ser responsable como empresa (según la empresa)? Pues porque mejora la eficiencia en la gestión (mejora el clima de la organización, la competitividad, la productividad, los beneficios económicos y la propia gestión). Además mejora la marca y la visibilidad (pues mejora su reputación y la fidelización de clientes). Y por último, afecta a una mejora en los valores y el entorno (más aceptación y credibilidad ante la sociedad, desarrollo sostenible y tranquilidad de conciencia por sentirse responsable).

Pero la empresa ha de ser responsable por algo más importante: porque los consumidores creen que la responsabilidad social corporativa es prioritaria, al menos eso afirma el 66,4% de los consumidores encuestados en este estudio (un 26,7% cree que es importante pero secundario). La gente piensa que una empresa responsable tendrá mejores resultados porque contará con la simpatía de los consumidores (53,8%). Otros creen que aunque las empresas no obtengan resultados, al menos estarán ayudando a la sociedad (38,5%). Un 4,4% cree que estará gastando el dinero de sus accionistas sin obtener beneficio alguno.

Parece que los consumidores estarían dispuestos a pagar un poco más por un producto si tuviesen la certeza de que la actitud de la empresa productora es responsable (61,3%). Sin embargo, parece que también hay cierta doble moral en los consumidores: si bien cada uno se considera comprometido y activo en el consumo, no espera lo mismo de la sociedad, que se guía por el precio más competitivo. 

El informe, muy completo, está en este link.