
La travesía de la innovación empresarial
26 septiembre 2013
En la primera edición de #TcInnovación celebrada ayer, tuvimos ocasión de ver la innovación desde varias perspectivas diferentes. Con experiencias reales, que nos permitieron percibir cómo algo tan conceptual va más allá de las palabras…
Considerando la innovación como la búsqueda de soluciones a problemas reales, a través de los datos y su visualización, convertida en conocimiento de valor. Sergio Álvarez lo sabe bien con los proyectos que desarrollan en Vizzuality.
Con una cultura fuerte y diferente, poniendo a las personas en el centro, promoviendo el bien común y liderando el uso de medios sociales, en cualquier ámbito donde se aporte valor al colectivo de la compañía. Tratar de que el nuestro sea el lugar ideal para trabajar, Fernando Polo.
Siendo el primero en hacer las cosas diferentes, en cambiar procesos que parecían intocables e interactuando directamente con nuestros clientes a través de nuevos canales, son algunos de los proyectos de Iberia que Dimitris Buontolos compartió con nosotros.
Valorando como nunca antes lo habíamos hecho el tiempo que tenemos y cómo las nuevas tecnologías ya no se tocan. Phil González nos ha ilustrado sobre cómo van a cambiar nuestros hábitos de vida en un mundo touchless.
Como un viaje. Una travesía marítima desde la experiencia, los convencionalismos y las zonas de confort, hacia nuevos paradigmas atravesando océanos azules hasta la terra incógnita. Y, por supuesto, sorteando todo tipo de peligros, dificultades y frustraciones, como en cualquier iniciativa innovadora. Es la visión de Nacho Villoch con su genial mapa.
Con tecnología útil en distintos espacios y para diferentes colectivos, como nos proponía Alfonso de Samsung España.
Y como expuse en mi presentación, una innovación que combine diferentes técnicas y metodología, según nuestros objetivos y con mucha atención al contexto. Aplicando siempre una filosofía de start-up, con equipos ágiles y herramientas sencillas que nos permitan acertar rápido y fallar barato.
O incluso concebir la innovación como magia, con el deseo de hacer las cosas realidad, aunque parezcan imposibles, como concluyó Juan Luis Polo.
Pues a por ello, que el tiempo corre. Y ya sabéis, ¡seleccionad muy bien en qué y con quien empleáis el vuestro!

