
La mala reputación (IV): ‘ya te dije yo que no aparcaras en doble fila’
14 abril 2010
Dentro del cuidado que prestamos a nuestra reputación y de los esfuerzos que invertimos a la hora de construirnos una buena imagen online, uno de los enemigos más molestos son los Diarios Oficiales y similares. Y los califico de este modo porque son elementos que permiten a cualquiera acceder a información relativa a mi persona, y que normalmente estará relacionada con asuntos tales como infracciones administrativas, la cédula de notificación de la sentencia de mi divorcio, y cosas por el estilo.
El problema se agrava, en este caso, porque Internet permite a cualquiera acceder a esa información indefinidamente, con la simple introducción de mis datos en un buscador.
O sea, ¿que llevo un montón de tiempo haciendo méritos para aparecer en los buscadores como un profesional diligente y responsable, para que me llamen de todas partes para dar conferencias y que me ofrezcan trabajos con sueldos millonarios; y cuando me busco en Internet, la tercera entrada es la publicación de la notificación de una multa de tráfico que me pusieron hace unos años por mal aparcamiento y que, como no me encontraron en casa, publicaron en el Boletín Oficial de la Provincia? Eso explicaría lo de no haber conseguido todavía ese trabajo
Bien, Paco me dirás- soy un gran admirador del blog, además de un fiel lector. Pero en tus posts anteriores te referías a casos de ataques contra el derecho al honor y a la dignidad de la persona. Sin embargo, para esta situación no encuentro protección en la Ley Orgánica 1/1982. ¿Qué puedo hacer?
En efecto, amigo. Has estado atento a mis enseñanzas. Pero recordarás que también hablamos de aquella otra información que, aún siendo cierta y veraz, es sin embargo, molesta o incómoda.
Ante este tipo de situaciones, hay otras leyes que también nos protegen frente al uso que los demás hacen de nuestros datos personales?. En particular y en España-, me refiero a la más que conocida LOPD y la posibilidad que me ofrece, como persona física, de oponerme al tratamiento de mis datos por parte de terceros. Y cuando nos referimos a datos personales estamos hablando de aquella información que identifica o permite identificar a una persona (nombre y apellidos, DNI, dirección IP, etc). En este caso concreto, es evidente que una publicación oficial como la antes citada utiliza mis datos personales.
Sin embargo, como os adelantaba, tenemos a nuestro alcance herramientas legales para protegernos y evitar que se pueda acceder a esa información a través de mis datos personales.
Pero para poder utilizar esas herramientas legales, deben existir motivos fundados y legítimos relativos a mi situación concreta que justifiquen el derecho a oponerme que se utilicen mis datos personales. Y, en este caso, está justificado que pueda oponerme a que, a través de la inserción de mis datos personales en un buscador, se pueda localizar un Diario Oficial en el que se publica una multa, sanción, o información que me atañe.
Ahora bien, no nos confundamos. El ejercicio de mi derecho a oponerme a que se usen mis datos personales en ciertos casos, no significa que pueda prohibir que se acceda a ese documento por cualquier otra vía o que se elimine de Internet. Nada más lejos de la realidad. Cualquiera podrá localizar ese Diario Oficial porque seguirá estando disponible en la Red. Lo que ocurre es que no aparecerá como resultado de búsqueda si introduces mis datos personales en el buscador. ¿Quieres encontrarme ahora? Busca uno por uno
Dicho con otras palabras, lo que podemos conseguir a través de esta vía es impedir la vinculación de ese documento con mis datos. De tal manera que los motores de búsqueda en Internet no indexen esa noticia o información usando mis datos personales.
¿De verdad eso es posible? En el próximo post os detallaré cómo.

