La larga cola VS La gruesa cola

GoodRebels

23 junio 2010

BallenasGreenpeace

¿Estamos inflando los Social Media? ¿Cuántos fans siguen a marcas españolas en Facebook? ¿Cuántos usuarios de Twitter hay realmente en España, 100.000? Cuando salgo del ambiente 2.0 y me junto con amigos que son abogados, fisioterapeutas o comerciales, nadie sabe de qué va esto de Twitter y solo algunos están en Facebook, y son gente de estudios superiores, entre 30 y 35 años, que usan Internet habitualmente en su trabajo…

Soy un apasionado de los medios sociales y el Long Tail, de hecho el Social Media Plan que desarrollamos en Obra Social Caja Madrid desde el 2008 busca llegar a muchos grupos de población poco populares en la red: «Ya tenemos web social, ahora hagamos más social la web» es nuestro claim.

Creo en el Long Tail, porque lo compruebo cada día: los 600.000 usuarios únicos de los 7 blogs que editamos en Obra Social me invitan a creer.

Creo en la capacidad de pequeñas organizaciones sociales para conseguir una comunidad en cuestión de horas. Lo comprobé el verano pasado cuando en la plataforma de blogs Estaestuobra.es descubrimos cómo un solo usuario, Jesús Alvarado, mandaba al blog de la ONG que apoya, más de 2.000 visitas al día. Ese tráfico no se consigue con un post en Eskup, Microsiervos o en la Cancamusa.

Creo en la conversación, creo en el poder de Facebook para crear un movimiento, una tribu, creo en la capacidad de Twitter y de Facebook para trasladar lo físico a lo virtual y viceversa.

Creo en todo eso, pero también creo en lo que Pascual Cámara, el Responsable de Comunicación de Obra Social y Fundación Caja Madrid, llama The Thick Tail, que podéis traducir por La gruesa cola. Y que no es ni más ni menos que las campañas tradicionales de anuncios en radio, TV y prensa.

Esas campañas que suenan en la radio mientras vas a trabajar, en tu coche; o que ves por la noche, al cenar, en el informativo de Matías Prats. Por cierto, ¿habéis oído hablar del «efecto Matías«? Ya me he encontrado con dos agencias de comunicación que hablan del «Efecto Matías». Esas campañas que son las que miden tu notoriedad social en el sector y que te sitúan en un escalón u otro de estudios como el que anualmente realiza STIGA.

El resumen es que una entidad como Obra Social Caja Madrid, que tiene un público tan amplio: desde jóvenes artistas a voluntarios sociales, enfermos de Alzheimer, estudiantes… necesita a los Mass Media para hacer llegar su mensaje.

Y sí, hay que tener presupuesto para poder ir a Prime Time y, sí, son campañas más generalistas, para un público muy general, muy heterogéneo, no como en los Social Media, con su capacidad de segmentación, etc, etc, pero yo sigo encontrándome cada día con personas que lo que recuerdan es a la bailarina en silla de ruedas, o a un chico con Síndrome de Down exclamando «Sí, podemos«.

Foto: Greenpeace / Paul Hilton