
Jugando con las marcas
29 junio 2010
No descubrimos nada nuevo al decir que los videojuegos son cada vez más realistas, y no sólo por sus gráficos de última generación, sus cuidadas bandas sonoras o sus efectos de sonido. Todos estos elementos han ido mejorando de forma exponencial en los últimos años.
Lo que es más novedoso es ver los caminos que se están abriendo, que acercan al juego a la realidad y proporcionan interesantes vías de interacción que muchas empresas pueden aprovechar. Ofrecer contenido de calidad al usuario es una máxima del mundo 2.0, y si este es interactivo, pues mejor que mejor. Así que, ¿por qué no investigar algunas iniciativas curiosas del mundo de los videojuegos que se puedan utilizar en el advergaming?
Ya sea añadiendo capas de realidad a los juegos, incluyendo el uso de redes sociales o con la cada vez más habitual realidad aumentada: la innovación ya no es coto exclusivo de las grandes del sector.
La tierra como tablero
¿Os imagináis una partida al Monopoly con la Gran Vía de Madrid como tablero? ¿protagonizar peligrosas carreras en vuestro barrio? ¿Disparar a las noticias? Gracias a los mashups esto es posible, y la integración de datos reales provenientes de (casi) cualquier servicio (Google Maps y Earth, Digg, o Twitter) pueden aportarnos infinitas posibilidades.
Uno de los casos más llamativos es el de Hasbro, que en septiembre de 2009 lanzó Monopoly City Streets, una versión online del clásico juego de mesa que tenía por tablero los mapas de Google y que usaba Sketchup para la construcción de edificios. Concluyó el 9 de diciembre del año pasado dejando unas cifras asombrosas: se compraron 9 millones de calles y se construyeron 175 millones de edificios, en poco más de 3 meses. De hecho, el éxito inicial fue tan abrumador que muchos usuarios no pudieron acceder al juego en sus primeros días de vida, y en Hasbro tuvieron que resetear la partida una vez que ya todo funcionaba correctamente.
Entrando en la vida del usuario por la puerta de las redes sociales
Ya sea con vistosas promociones como la de Prototype, donde se usa Facebook Connect para mostrar nuestras fotos como si se tratara de recuerdos del atormentado protagonista, o con curiosos experimentos como el de Lexus y su trabajadísima película interactiva, los perfiles de los usuarios nos permiten interactuar y personalizar a niveles insospechados, siempre que se le eche un poco de imaginación (y algo de presupuesto).
Y en cierto modo, tenemos redes sociales que se podrían considerar un juego en sí mismo, como es el caso de Foursquare y su competitivo sistema de puntuación, que ha forzado a algunos a crear manuales de buenas prácticas en busca de un poco de fair play.
Un poquito de realidad, por favor
La realidad aumentada es una tendencia cada vez más fuerte. Nosotros lo sabemos, vosotros lo sabéis y algunas marcas también lo saben. La proliferación de cámaras en casi todos los dispositivos (desde portátiles a móviles) está facilitando la popularización de esta tecnología. Podemos jugar a disparar a nuestros amigos con nuestros iPhone, o a eliminar zombies sobre un mapa que cobra vida al pasar por encima nuestra cámara.
Un caso de lo más interesante es el de los cereales Honey Nut Cheerios, que gracias al buen hacer de Boffswana (creadores del ya mítico Living sasquatch), tuvieron la magnífica idea de diseñar un juego en el que la caja de los cereales se convierte en el mando de Honeyway Train, un curioso juego arcade en el que que manejamos a la mascota de la marca. Merece la pena echar un vistazo a las demos que tienen en su web, en menos de dos minutos podemos jugar usando un folio como volante en un juego de coches.
Más cerca, tampoco debemos olvidarnos de Actimel, que no ha querido dejar pasar la oportunidad de aprovechar las posibilidades que ofrece la realidad aumentada y ha creado un juego de cartas bastante interesante, aprovechando la figura del Equipo Actimel. Por supuesto, las cartas para jugar se encuentran en los pack de Actimel, un motivo nada despreciable para hacerse con ellos.
Sin límites
La cada vez más manida (y no por ello, menos cierta) frase hay que dar contenidos de calidad al usuario, no se limita a vídeos, textos o imágenes. Los videojuegos pueden ser una excelente vía para difundir nuestro mensaje y entroncar con nuestra comunidad de fans.
¿Inconvenientes? Está claro que existe una barrera de entrada, que se necesita una planificación y un desarrollo. En estos casos fallar no sale barato, pero no tienen que necesitarse cifras astronómicas. Además, ¿alguien dijo que fuera fácil?
Por cierto, ¿conocéis más iniciativas similares que os parezcan interesantes?
Imágenes | Jugando al Go, Monopoly City Street

