
Haz cuentas: las personas son rentables
30 enero 2015
– Buenos días Alberto, ¿quieres tortilla de patatas?
– Os lo agradezco pero primero prefiero que me ayudéis con el Mac, que yo soy de PC
Si hay algo que te pone las pilas en un #TcDesayunos aparte de la tortilla es ver a una persona defender su proyecto con energía y pasión. Es precisamente lo que ha pasado con Alberto Medrano. ¿Cómo alguien que se ha movido toda su vida entre brokers, agentes de bolsa y banqueros ha podido crear una red social enfocada a humanizar a las marcas? Eso nos preguntábamos todos cuando nos dijo que había trabajado para la agencia de calificación Standard and Poor’s. Motivos haylos y de peso, tantos que ha sido capaz de construir sobre ellos The Human Networks.
Cuando hablamos de The Human Networks hablamos de personas que creen en las personas, en su buena fe y en su altruismo. Una red social que sirve como termómetro en términos de responsabilidad social corporativa. Sorprende conocer a un hombre de negocios reconvertido en una persona con una visión tan anti hombre de negocios: ‘He dedicado la mitad de mi vida a perseguir los sueños de otros, a participar en una batalla que no conocía la ética ni tenía en consideración a las personas. Era uno de ellos, desatendí a mi familia y me movía por los números. Sin embargo, la crisis de los 40 puso ante mi lo realmente importante en la vida; más que una crisis fue como una tormenta después de años de sequía. Me di cuenta de que el error residía en poner el dinero en el centro de mis objetivos’, reconoce Alberto.
La enfermedad rara que sufre su hija fue la gota definitiva que colmó el vaso y lo que le desmontó todos sus esquemas. Y es que no hay estructura más endeble que la que se edifica sobre cimientos de artificialidad. ‘Cuando nació mi hija me replanteé mi existencia entera y me pregunté si era la clase de persona que quería ser. Me volqué en recuperar los valores perdidos y la fe en el ser humano e invertí todos mis ahorros en levantar The Human Networks. Para mi significó el despertar de mis principios y mi moral’.
En una época en la que la cara A muestra a personas atragantadas con los deadlines y el dinero y la cara B refleja la agonía de aquellos que sufren la crisis económica ha surgido una corriente que recupera los valores intrínsecos del ser humano. La conciencia social está arraigando desde la raíz y muestra de ello es el auge del voluntariado y la aparición de los bancos del tiempo y espacios activistas como Change.org.
Esta atmósfera ya la respiran muchas empresas contagiadas por la agitación social y motivadas por la responsabilidad social corporativa. El mantra ‘personas primero’ ya lo abanderan muchas marcas, entre ellas Territorio creativo. Eslóganes como ‘Power to People’, ‘People in Progress’ y ‘El ser humano es extraordinario’ nos trae a la cabeza otras marcas que se suman a esta obligación moral de humanizarse. ‘Este cambio de mentalidad lo estamos notando por ejemplo en los procesos de selección de personal de las empresas, en donde el principal requisito es contratar a buenas personas que sean buenos profesionales’.
¿Pero entonces qué podemos hacer en esta red social? ‘Puedes crear un perfil como persona, organización pública o privada o como organización social. El primer paso es definirte; tus valores, tus buenas acciones o lo que te gustaría cambiar hasta conformar tu manifiesto social. Si eres una marca conviene estar presente para mostrar tu lado humano y hacerte cargo de todo lo que nuestros usuarios piensan de ti, además de interactuar con ellos en base a tus principios de responsabilidad social corporativa’, explica Alberto.
Causas sociales, solidaridad, buenos propósitos y sobre todo buenas personas. Todo reunido en esta red que apunta a lo más alto: los sentimientos más profundos y verdaderos de cada uno de nosotros.
Ver para creer. Hay esperanza en el ser humano y el ser humano tiene esperanza en la labor social de las marcas. Crear una fundación en torno a este concepto requiere tiempo, convicción y, como ha dicho Alberto, ser muy de Bilbao.
¿Es aquí lo de People First? Adelante, estás en tu casa.

