
Estamos viviendo una revolución
16 abril 2010
En ‘Master & Commander‘, Russell Crowe en su personaje como el capitán Jack Aubrey, dice una frase así como: «Vivimos en unos tiempos fascinantes».
La que se queda fascinada después de oír esa frase soy yo.
Siempre he considerado un afortunado a todo aquel que se diera cuenta de estar viviendo un cambio, y de estar viviéndolo en el momento. Porque no es fácil. Y porque el que se da cuenta de que está en medio de una crisis (crisis significa cambio) es un afortunado, un privilegiado que va con ventaja.
Quien antes se ha dado cuenta y ha admitido que la economía mundial se encuentra en crisis, ha partido con ventaja. También ocurre con cambios a mejor, por supuesto. Es un afortunado quien se da cuenta de que está «en racha» en la oficina, por ejemplo, y sabe aprovechar el viento favorable para avanzar. ¿Qué hace falta para esto? La respuesta es simple. Puede que no tanto el realmente conseguirlo:
Estar con los ojos abiertos, la mente fresca, despierta, viva. Tener en la mente siempre una visión «de perspectiva». Tratar de cambiar continuamente nuestro punto de vista, nuestra lente. No acomodarnos en una única y cómoda postura. Porque nada va a ser eterno. Como decía Heráclito: «No puedes bañarte dos veces en el mismo río». La madre de todas las cosas es el cambio. Todo va a cambiar: tu vida no va a ser al final como la conociste al principio. Va a ser diferente. Y si en el camino estás con los ojos abiertos, serás probablemente capaz de aprehenderla mejor.
Y es justo esto lo que os quería contar. Es este vídeo (en inglés) que encontré en el blog de Roberto Cerrada sobre una conferencia de Clay Shirky el que me hizo reflexionar, y soltar toda la reflexión que mi mente pedía vomitar desde el momento en que lo vi.
En realidad, no es desde ayer. Desde ayer es desde cuando tuve ganas de escribirlo, de compartir lo que creo. Quizás, de hacérselo ver a más de uno. Pero hace ya muchos meses que pienso lo que Clay Shirky, en su interesantísima charla de 15 minutos, defiende. Nos encontramos ante el quinto (por orden de aparición, ya en cuestiones de importancia no me quiero meter) mayor cambio de la Historia de la Humanidad.
A grandes rasgos, Clay Shirky defiende que fueron grandes inventos, por supuesto, la imprenta, el telégrafo y el teléfono, el descubrimiento de que podíamos registrar imágenes y sonidos, el empleo del espectro electromagnético para la radio y la televisión… Llevamos acostumbrados a estar cada vez más comunicados, desde hace 500 años.
Aunque el Ser Humano siempre ha sido comunicativo. Es inherente a los mamíferos la necesidad de comunicarse. Y en los humanos, más acentuada. Nos comunicamos. Estemos ciegos, sordos, o mudos, seamos tartamudos o disgráficos. Hallamos formas de expresarnos.
Por eso confío, Y ME CREO, lo que dice Clay Shirk: porque corrobora lo que ya me olía. Porque lo que hace que el capital tecnológico funcione es su aplicabilidad comunicativa. Como dice Shirky, «Tools don’t get interesting until they become technologically boring» (las herramientas -refiriéndose a las herramientas tecnológicas que se nos proveen- no se vuelven interesantes hasta que no se vuelven tecnológicamente aburridas). Efectivamente. Analicemos. ¿Cuándo algo ha tenido éxito? Cuando ha permitido la comunicación. Y si surge algo que permite lo mismo por vías más eficientes (entendiendo por eficiencia mejores resultados a menor esfuerzo o mayor simplificación), lo anterior -dependiendo de su anterior impacto- se mantendrá más o menos a la sombra, en pos de lo nuevo. Pensad en el éxito de iPhones, iPods, el renacimiento de Apple…
Más de una vez me he encontrado con mi madre charlando sobre la impresionante potencia que veo en Internet. Defendemos que si en la Revolución Francesa hubieran tenido Internet… Quizás a Luis XVI no le hubiera dado tiempo ni a nacer. No porque el pueblo de «les enfants de la Patrie» hubiera quizás planificado su magnicidio con anterioridad, sino porque quizás también el padre de Luisete habría conocido a alguna otra interesante postulanta vía Meetic.
Alucino al ver la cantidad de empleos que Internet crea alrededor de todo el mundo. ¡Un invento que era para universitarios! (como Facebook). Por todos rincones aparece gente que desarrolla su empresa desde su casa, «conectada». Personas con brillantes cabezas a las que se les ocurre hacer su empresa basada en el famoso «do it yourself«: edítate tus libros (bubok), diséñate tus álbumes de fotos (Snappybook).
También favorece la democracia. Por eso tantos gobiernos le tienen tanto miedo. En la universidad me enseñaron que la prensa se configura como Cuarto Poder. Yo digo que Internet y las Redes Sociales son el Quinto Poder. Así pues, poder Ejecutivo, Legistlativo, Judicial, Prensa… e Internet. ¿Quién lo iba a haber imaginado?
Las empresas, medios de comunicación, obras culturales, formas de organización adminisitrativa, personas a nivel privado… estamos todos cambiando a esta revolución (ya no sólo «evolución»). Quien no se esté dando cuenta, está quedándose atrás. Quien se esté dando cuenta, está dando un enorme paso. Pienso para mis adentros, ¿sería el filósofo francés Lyotard capaz de habérselo siquiera olido?. En Tc nos damos cuenta: el Mundo se vuelve social.
Web Oficial | Clay Shirky
Más información | Abladias

