
Estamos construyendo un Brasil mejor
21 noviembre 2011
El consumidor 2.0 en Brasil es implacable con los deslices de las empresas y, dependiendo de la gravedad del desliz, hay un impacto directo en las ventas y hasta incluso una desvaloración financiera sin precedentes, como el caso de la mayor empresa del sector de ecommerce en Brasil: B2w. La empresa B2w perdió 25% del mercado en dos años, fruto de la mala atención al consumidor 2.0.
Muchas veces, la empresa descubre de la forma más dolorosa y ya en estado terminal que su reputación está seriamente dañada, debido a que algunos empresarios, por desconocer la importancia de las redes sociales, dejan de lado este asunto. O cuando lo que hace es delegar a empresas que no consiguen evaluar y trazar estrategias para revertir esa imagen perjudicada, que simplemente monitorean.
El desafío para las marcas es enorme, pero al mismo tiempo lleno de oportunidades, puesto que abre la posibilidad para que nuevas marcas entren en el mercado de una forma global y con una reputación superior a algunas marcas antiguas que construyeron su reputación a lo largo de casi 30 años. Esta es la gran revolución del mercado brasileño. No existe más el monólogo de la empresa y sí el diálogo con el consumidor.
Por otro lado, las empresas que están apostando en la relación con el consumidor 2.0 consiguen destacarse en el mercado interno y externo. Aquella empresa que insiste en no entender, en no aceptar esta revolución por pensar que su marca supera las crisis, está completamente equivocada y puede ser el comienzo del fin.
En Brasil el problema es cultural, la mayoría de las empresas buscan la felicidad de los accionistas y los inversores. Este cambio, definitivamente, no entra en la cabeza de muchos empresarios que están actualmente al mando de las compañías, para los que no es admisible escuchar la opinión de los consumidores . Y mucho menos compartir ganancias con sus colaboradores.
Pero consigo ver una luz al final del túnel. Varias compañías se están adaptando a esta nueva tendencia del mercado e invirtiendo con firmeza en reconquistar al consumidor.
Lo más increíble es que nosotros, los consumidores, somos totalmente influenciables, volubles y carentes de cariño y buen trato. Basta que la empresa trate al consumidor de forma honesta, inteligente y que reconozca los errores cuando puedan suceder… Pues así nos convertiremos en los mayores defensores de sus marcas.
Imagen de Dylan Passmore en Flickr

