
Echa el freno y disfruta de los medios “slow”
13 diciembre 2019

Por primera vez en 2019 las ventas de vinilo van a superar a las de CD desde 1986. Vivimos en un mundo digital aunque cada vez más, los medios de comunicación de la vieja escuela están en aumento. La gente vuelve a preferir as formas físicas de medios de comunicación al mundo digital, en parte como resultado de la sobrecarga de contenidos.
Ya hemos sido testigos de una tendencia al alza en el minimalismo digital, una filosofía que implica usuarios digitales centrados en actividades seleccionadas cuidadosamente y vivir una vida más intencionada y digital. Pero el crecimiento del Slow Media ha desplazado este enfoque de las formas de consumo de medios online a las formas offline, en particular el vinilo y las revistas impresas independientes.
Este movimiento del Slow Media se compara a menudo con el movimiento del Slow Food (comida lenta) que aboga por que el foco principal de la comida y la gastronomía no sea el consumo rápido, sino más bien ingredientes cuidadosamente seleccionados, preparados con cuidado y consumidos de manera más gourmet.
Los productores de medios físicos se enorgullecen de crear y ofrecer al consumidor bienes de alta calidad y de mantener ese nivel en todas las etapas de producción. Se esfuerzan por diferenciarse de su competencia, que produce en masa bienes de corta duración y lo hacen poniendo el contenido por encima de todo. Se dirigen a audiencias conscientes y activas en lugar de a consumidores pasivos, que pierden la atención con cada ventana emergente y notificación en línea.
Por supuesto, sigue habiendo una demanda, y una necesidad inherente, de medios de comunicación rápidos, bajo demanda y producidos en masa para satisfacer la creciente necesidad de las sociedades de tener interminables cantidades de entretenimiento al alcance de la mano, en el momento y lugar en que lo deseen. Pero, en los últimos años, productos y formas de consumo que parecían obsoletos, como los vinilos, han vuelto. Cada vez son más los consumidores que optan por una colección finita de registros físicos, por encima de una suscripción mensual de Spotify.
En esta línea, el informe de mitad de año de la RIAA de 2019 reveló que, durante la primera mitad del año, los discos de vinilo ganaron 224 millones de dólares en ventas (un crecimiento del 12,9% en comparación con la segunda mitad de 2018). Las ventas de CD no experimentaron un cambio significativo en comparación con el año anterior, y ganaron 247,9 millones de dólares durante el mismo período. Si esta tendencia continúa, el vinilo está en camino de vender más que los discos compactos para finales de año.
Jon Tolley de Banquet Records atribuye el crecimiento de las ventas de vinilos a un «rechazo de la parte de la sociedad moderna donde todo es inmediato y nada significa nada».
Pero además de los vinilos, hay otras formas de Slow Media que están resurgiendo de sus cenizas. Las revistas independientes que tratan todo tipo de temas, desde los viajes hasta el café, cada vez ganan más popularidad, trayendo de vuelta cultura ‘de tapa a tapa’.
Internet puso en peligro a los medios de comunicación impresos y, sin embargo, ahora es precisamente lo que les está ayudando a volver a ponerse en pie. Los editores pueden aprovechar el software de diseño y publicación barato y fácil de usar, así como los medios sociales, para conectarse con el público adecuado. Crear y comercializar su propia publicación impresa ya no requiere un gran presupuesto o un gran equipo creativo como pasaba hace 20 años, en su período de más auge.
Poco a poco, esta industria independiente encuentra una base sólida entre el ruido del mundo digital. Stack, un servicio independiente de suscripción a revistas, reportó un aumento del 78% en sus ingresos en 2018, demostrando una vez más cómo lo digital está ayudando a llevar la impresión a una audiencia mucho más amplia.
Aunque el Slow Media ha experimentado un crecimiento significativo en la última década, sigue siendo una industria que lucha por competir en la era moderna, y no debemos sobrestimar su éxito. Los medios de comunicación lentos piden más a sus consumidores: exigen más tiempo y más atención, lo que a menudo es difícil de encontrar en el mundo digital moderno en el que vivimos a un ritmo frenético y acelerado.
Prueba de ello es el hecho de que ventas de vinilo son altas en comparación con años anteriores, pero todavía representan sólo el 4% de los ingresos totales de la industria musical en la primera mitad de 2019. En comparación, las suscripciones de streaming de pago supusieron un 62% del total de los ingresos de la industria.
Así que, pese a todo, el mundo del contenido de corta vida útil bajo demanda sigue ganando terreno a formas más lentas y especializadas de medios de comunicación. Lo que sí demuestran estos datos es que las dos formas de comunicación pueden coexistir felizmente y encontrar su propio lugar dentro del paisaje del contenido. La producción a pequeña escala y la distribución física de bienes limitan el tamaño de la audiencia, pero el Slow Media sigue teniendo impacto en su target. Las formas lentas y especializadas de los medios de comunicación no tratan de superar a la corriente dominante, si no encontrar su lugar en el mundo acelerado y digital en el que vivimos. Hablamos de una industria impulsada por gente apasionada que trata de frenar un poco.

