
A los Directivos ‘creyentes’
31 enero 2012
A lo largo de la Historia siempre ha habido personas capaces de entender las transformaciones de su entorno antes que los demás. Dependiendo de la época en que les tocara vivir, podían ser tachados de brujos, herejes, locos o cualquier otra etiqueta peligrosa. Pero, por suerte, los tiempos han cambiado y en la actualidad existen profesionales con visión y empatía para ser capaces de liderar un cambio dentro de las organizaciones.
En los proyectos vinculados al entorno 2.0 les llamamos ‘heroes’, personas conectadas y con capacidad de entender el valor de la vinculación social. No tengo ninguna duda de que Colón, Darwin o Edison serían «early adopters» de unas tecnologías capaces de dinamizar la gestión del conocimiento y la innovación a una velocidad que jamás antes había visto el ser humano.
El objetivo de este post es animar a todos los creyentes que están apostando por que su organización adopte una cultura capaz de enfrentarse con éxito a estos nuevos entornos pese a que, a veces, las estructuras diseñadas hace muchos años sean reacias a estos cambios.
Dentro de los proyectos que desarrollamos en Territorio creativo hay una parte fundamental, que es el trabajo conjunto con nuestros clientes en implantar una cultura 2.0 dentro de las compañías. Todos conocemos que, en organizaciones de gran tamaño, es complejo trasladar al conjunto de empleados los mensajes claves para entender una transformación tan importante como es la relación entre consumidores y marcas en una sociedad enormemente conectada. Pero nuestra experiencia con estas grandes compañías nos permite ver cómo los proyectos que cuentan con el apoyo de Dirección General consiguen que se traslade ese mensaje y que muchos ejecutivos y empleados hagan de evangelizadores capaces de acelerar la propagación de ese virus benigno a nivel interno.
Las capacidades de una organización con cultura 2.0 son enormes, pero quiero destacar algunas:
- Capacidad de conversar con clientes y no clientes de una manera honesta y transparente.
- Capacidad de tener una estrategia de marca orientada a la vinculación y no a la defensa de la reputación de la marca.
- Capacidad de generar comentarios positivos y aumentar la reputación de la marca gracias a la comunidad (medios ganados).
- Capacidad de que los propios usuarios defiendan a la marca en los comentarios negativos.
- Capacidad de toma de decisiones de los directivos en función a datos reales de sus clientes en medios sociales.
Estos Directivos ‘creyentes’ son personas capaces de entender la importancia de poner al cliente en el centro de nuestras comunicaciones y mantener esa vinculación durante todos los puntos de contacto que hay entre marcas y clientes en su relación (pre-venta, venta y post-venta) pensando en términos a largo plazo, en local de una forma global.
Tenemos la suerte de compartir tiempo en la implementación de estos planes con algunos de estos directivos que logran que nuestro trabajo obtenga cuotas muy elevadas de satisfacción por ser testigos de la consecución de resultados positivos en muchos de nuestros proyectos.
No me olvido de las pequeñas y medianas empresas con mayor capacidad de maniobra y flexibilidad a la hora de implementar entornos orientados a la interacción con sus consumidores y con un destacado grupo de empresarios apostando por lo digital, aunque les toque añadir horas a su largas jornadas de trabajo. Y lo hacen, simplemente, porque tienen la convicción de que la apuesta por la vinculación en plataformas sociales tiene un retorno, a medio y largo plazo, siempre positivo.
Para finalizar os recomiendo algunos libros que profundizan sobre el tema: «El mundo Groundswell» de Bernoff, «El futuro del management» de Gary Hamel y, por supuesto, #Socialholic, de Juan Luis y Fernando Polo, donde podréis leer ejemplos de empresas españolas que ya han iniciado este viaje sin retorno con sus clientes y donde están las claves para orientar las compañías hacía la P de «people«.
Imagen de afloresm en Flickr

