
Deslocalización 2.0: TIC, redes sociales y desarrollo rural
5 enero 2011
Las redes sociales son excelentes canalizadores de ideas. Y son, ante todo, catalizadores de enorme potencial: pueden adelantar en el tiempo acciones que, de otra manera, tardarían años en suceder o no ocurrirían nunca.
No hay, en este sentido, un escenario más adecuado para ese acelerador y su capacidad transformadora que el medio rural español. Su paulatino abandono y el deterioro de sus estructuras socioeconómicas demandan, con urgencia, de actuaciones de vertebración e innovación como las que proponen Internet y las nuevas tecnologías.
Las estadísticas hace tiempo que son alarmantes: con una media de habitantes por superficie dos veces inferior a la de Italia, nuestro país concentra el 40 por ciento de su población en apenas el 1 por ciento de su superficie.
Seis de cada 10 municipios españoles se encuentran por debajo de los 2.000 habitantes y la cifra de personas censadas en zonas rurales (el 85 por ciento del territorio nacional) es hoy un 7 por ciento menor que hace diez años.
Nuestros pueblos, además, padecen una de las tasas de envejecimiento más altas del continente y hasta un tercio de los trabajadores del campo, su actividad más importante, tiene más de 50 años.
Y ante un panorama tan desolador, ¿cuáles son las alternativas?
En abril de 2010, la Fundación Telefónica inauguraba un ciclo de conferencias dedicado en exclusiva a las Nuevas Profesiones en Internet. La cita, que contaba con la colaboración de Territorio Creativo, culminaba con un mensaje claro: la Red es ya hoy uno de los factores más decisivos de desarrollo económico y creación de nuevos puestos de trabajo en el mundo.
Este hecho, según el propio Plan Estratégico Nacional de Desarrollo Rural 2007-2013, constituye una oportunidad sin precedentes para aquellos territorios que, como nuestros pueblos, deben superar la falta de grandes inversiones y basar todo su atractivo en un modelo de vida más saludable, en unos precios de bienes y servicios más baratos como la vivienda- y en un legado natural privilegiado.
Esas condiciones, apoyadas en la colaboración de pequeñas pero muy activas comunidades de acción local, se consideran idóneas para estimular la vocación emprendedora y favorecer el autoempleo en dichas zonas.
Son, conforme se esbozó en el último FICOD, durante el taller El mundo rural y las nuevas tecnologías, recursos de gran interés para la atracción de empresas y profesionales cuya actividad no dependa necesariamente de su emplazamiento (telecentros–teletrabajo) y para el fortalecimiento tecnológico de otros sectores ya presentes o emergentes en el medio rural:
- Sector público: eEducación y eSanidad.
- Agricultura y ganadería ecológicas.
- Energías renovables.
- Turismo rural, activo y de salud.
- Atención a la dependencia: Tercera Edad.
- Contenidos digitales.
- Etc.
Las propias Declaraciones de Malmö y de Granada, pilares de la Agenda Digital Europea, hacen un llamamiento público en defensa de este medio y la extensión, para ello, de la banda ancha y de los servicios digitales inalámbricos que permiten el uso efectivo de Internet.
En este sentido, la Red y, más aún, las Redes Sociales, se consideran claves por su capacidad para integrar y movilizar a comunidades fuertemente comprometidas con el conocimiento humano y con el despliegue de estrategias para el cambio.
Como hace unas semanas destacaban Pedro J. González y Eva Represa en uno de nuestros debates en Territorio Creativo sobre Gobierno Abierto y ciudadanía digital, este mundo hubiera sido seguramente otro, más próspero y más avanzado, si hace tres siglos y medio Isaac Newton y sus contemporáneos hubieran conocido Twitter.
Con ello no pretendían tanto elaborar una fábula ucrónica como recordar hasta qué punto la Web 2.0 puede no sólo operar como una gran plataforma de pensamiento sino como un auténtico campo de maniobra social.
La experiencia en España del turismo de interior, uno de los sectores que más decisivamente ha trabajado para la revalorización de los pueblos españoles y que más tempranamente ha descubierto las ventajas de Internet, ejemplifica este nuevo paradigma.
Las votaciones de los usuarios en portales como Top Rural, las recomendaciones de viaje en blogs personales y corporativos o los comentarios en la cuenta de Facebook de plataformas como Ruralandia han condicionado y siguen condicionando al sector en su apuesta por la excelencia.
Esta participación abierta, solidaria y creativa de las personas en la Red no sólo está permitiendo una movilización más inteligente de los recursos en el medio rural La Web 2.0 está afianzando un vínculo con un territorio, una forma de vida, una historia y un patrimonio arquitectónico y paisajístico incalculable y en peligro de extinción.
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