
Demasiada perfección
9 junio 2009
El experto en marketing y en Social Media, Rohit Bhargava, recuerda algo que no nos gusta de la publicidad en la Red y que todos tenemos presente: que nos muestren el producto demasiado bien. Tanto que nos resulte engañoso. Bhargava pone el ejemplo de los hoteles de Santorini (con sus fotos retocadas y tomadas con ojo de pez), pero cualquier otro producto nos sirve, como pueden ser portátiles, teléfonos, revistas, impresiones y hasta alimentos (el caso de las hamburguesas de McDonalds y Burger King es también prototípico).
No obstante, argumenta Bhargava, en tiempos de la red 2.0, este tipo de marketing online puede resultar contraproducente. Si algo no gusta a los usuarios, estos se organizan para deshacer el engaño. En el caso de los hoteles de Santorini, han surgido las páginas de contenido creado por el usuario en que los propios viajeros reseñan y comparten su experiencia con fotos reales y comentarios sobre el servicio. Lo mismo sucede con cualquier producto que podamos imaginarnos.
Del mismo modo que la perfección resulta sospechosa en la vida real, lo mismo ocurre en Internet. Nunca ha sido más sencillo compartir una opinión acerca de un servicio, y nunca los usuarios han tenido tanto poder para promover la fama, buena o mala, de un producto. De hecho, las páginas demasiado perfectas, repletas de fotos de estudio o de recurso resultan artificiales, extrañas y, paradójicamente, alimentan la desconfianza.
De modo que, pienso, lo más aconsejable a la hora de diseñar nuestra página es mostrar las cosas como son, con profesionalidad, pero con ese cierto aire de plástico que gastan las empresas de servicios por Internet que no buscan responsabilidades. Las fotos con familias rubias sonriendo o los call center perfectos no dan un aire muy natural, sino más bien cutre y poco profesional. En un mundo en que lo perfecto llega a ser estándar, es cuando las pequeñas diferencias, los toques personales o informales, con moderación, son mucho más apreciadas porque crean cercanía con el cliente.

