Del quiosco a la red: lo que se nos avecina y nadie quiere ver

Juan Luis Polo

20 noviembre 2008

Leo en el blog de Jesús Encinar que la revista Segunda Mano ha dejado de ser publicada. Hace unos días Antonio Delgado, comentaba que el grupo Prisa cierra Localia Televisión. No hace mucho un buen amigo me comentaba sobre la difícil situación que vive una revista del motor que se publica en papel en la que él trabaja ante el imparable avance del los blogs temáticos y el resto de publicaciones en internet.

A nadie se le escapa que los medios viven de la publicidad y como tales están obligados a ser rentables. Y que estamos en puertas de una de las peores crisis que mucha gente habrá conocido, que hará que los recortes en el gasto en publicidad en el futuro inmediato sean algo desconocido hasta la fecha. Y que por si fuera poco compleja la ecuación, estamos en un momento de profunda revisión de la rentabilidad de los medios tradicionales comparados con otros soportes de tipo online emergentes algunos, consolidados otros.

Con este panorama, las empresas de medios estarán barajando sus cartas, pero ¿y el anunciante? Pues puede que el anunciante tenga también que valorar cuál ha sido hasta la fecha su estrategia y cuál será la que deba adoptar de ahora en adelante: acostumbrado a que sea tan fácil como acudir a la agencia y decirle «hazme publicidad», ahora también tendrá que involucrarse en un medio cada vez más social y en el que se requiere de su presencia y de su conversación.

¿Y las agencias? Ay las agencias: una vez más tenemos que darle duro a la innovación y búsqueda de nuevas oportunidades para publicitar el producto del anunciante. Medios que antes valían, desaparecerán. Medios que están surgiendo, serán todo un universo por investigar. Y claro está, la pelea para que el anunciante se convenza de las bondades de los nuevos medios… cosa en muchos casos difícil en parte debido a la parálisis que sufren muchos anunciantes en estos días.

Al fin y al cabo, el queso desaparece para todos, esas son las malas noticias. Las buenas son que te puedes poner en marcha y encontrarlo: sólo lo han cambiado de sitio 😉