
De pañuelos y marcas blancas
23 junio 2009
La agencia JWT Delvico nos propone una forma simpática de mostrar la superioridad de las marcas sectoriales sobre las marcas blancas. Colocaron a uno de sus chicos a vender pañuelos Scottex en una de las arterias de Madrid. Durante un rato, vistiendo una camiseta blanca. Otro más, con el enternecedor cachorrito de los anuncios de Scottex.
Parece que el chico, de aspecto sanote y simpático, logró vender el doble de pañuelos vistiendo al perrito, lo que les lleva a concluir que las marcas venden más. Creo que la conclusión no es necesariamente ésta, por entretenido que me resulte el vídeo.
En primer lugar, me pregunto si el semáforo es el mejor ambiente para medir diferencias en la psicología del comprador de pañuelos (perdón, casi digo Kleenex), ya que no es precisamente una situación comercial. Al fin y al cabo, cuando uno compra pañuelos en el semáforo, lo hace por la pena o por la lata que le da el vendedor o porque, sí, le vienen bien los pañuelos en ese momento. Es un acto de caridad, y dudo que nadie deje de darle un euro (tampoco nos solemos fijar en el precio), o unos céntimos al tipo porque sus pañuelos no sean Scottex.
Por otra parte, las marcas blancas no equivalen a una camiseta blanca frente a la campaña de la marca. Los fabricantes cuentan con una relación de confianza (o necesidad) establecida con el comprador habitual y, sobre todo, con el precio. El precio se convierte en el argumento definitivo que lleva a elegir una marca blanca. Además, la empresa de la marca blanca también ha realizado sus campañas de marketing para colocar el producto.
Por último, creo que el producto no está bien elegido para entrar en el debate de las marcas blancas. Me parece que es muy difícil marcar la diferencia para el público en general en el sector de los pañuelos (tanto que una sola marca, sin apenas esfuerzo publicitario, todavía es identificada por mucha gente con el producto sólo porque llegó antes al mercado hace bastante tiempo). Creo que si alguien lleva la fidelidad a la marca en los pañuelos hasta sus últimas consecuencias (que no compra otra cosa que Scottex, vamos), es bastante improbable que elija marcas blancas en otros productos.
Vía | Brandlife

