
¿Cuándo pasamos de ser una sociedad de información a una «saciedad»?
11 enero 2008
Ahitos, repletos, rellenos, completos, atiborrados, colmados: saciados en una palabra. Así están los trabajadores de los puestos de trabajo en nuestra «saciedad de al información». Ocurre cuando hay más oferta de empleo que demanda; y es cuando la gente que busca empleo, tiene en gran medida «la sartén por el mango». Más fuerza para exigir, más presión para conseguir mejores remuneraciones y condiciones.
Qué es casi misión imposible conseguir determinados perfiles en estos momentos, es un tema sabido por todos los que estamos de una u otra manera en el sector de las tecnologías. Pero que hay otros indicadores preocupantes que se suman a la escasez de puestos, puede que no esté tan claro.
Leo el post de Julio Alonso en su blog en el que comparte unas reflexiones, basadas en su experiencia de un tiempo para acá, sobre la selección de perfiles para su empresa, que según su opinión son preocupantes. En concreto menciona tres características que le sorprenden por lo recurrente: falta de gente experimentada, informalidad e inexistente movilidad geográfica. Se pregunta si a los demás nos pasa igual algo similar.
O peor. Sinceramente creo que la gente más joven que se incorpora al mercado laboral, vive un mundo de ilusión y fantasía, indistinguible de la realidad en estos momentos. Mundo que estamos creando entre todos, dicho sea de paso. Conceptos como «calidad de vida» no deberían estar en la boca de una persona que está empezando. Sobre todo porque la supuesta calidad de vida, por regla general, se la han proporcionado sus familias. Y estas no están para siempre. En una persona que comienza su vida laboral debería haber conceptos como compromiso, esfuerzo, consecución, objetivos y otros que le harán avanzar con paso firme en la confección de su carrera profesional.
Hay un concepto que me apasiona y que es motivo de reflexión para mucha gente: la zona de confort. No hay progreso si no sales de esa zona. Los avances están donde normalmente no se buscan. Y lo que nos encontramos a diario es gente joven que ya ha abrazado la zona de confort: todo predecible, seguro y cómodo. Flaco favor si no les convencemos de lo contrario
No quiero hacer de este post un alegato a favor de nada. Ni trato de decir que todos los jóvenes sean iguales, sería una grave injusticia. Pero sí una reflexión en voz alta, desde las canas que ya voy peinando, sobre lo equivocados que en mi opinión podemos estar respecto del futuro inmediato. Tal vez haber vivido la crisis del año 2001 y otras anteriores, ayuda. Pero que nos quede claro una cosa: vivimos en sociedad que se alimenta de compromiso y trabajo en equipo, que requiere sacrificios y esfuerzo. Y esto tal vez suena a música lejana, en el momento que vivimos felices en la «saciedad» que nos rodea, que nos hace creernos los reyes del manbo.
Ahora vuelta a la tarea: ¿he dicho ya que buscamos perfiles comprometidos?

