Cambie su vida por un anuncio

GoodRebels

17 abril 2009

Flex preparó una nueva campaña para promocionar sus colchones. La idea, llevada a cabo por Sra. Rushmore, trata de explicar que un colchón, allí donde descansamos cada noche, es algo mucho más especial. Para ello, siguen la historia de una familia que opta por tener un parto en casa.

Lo que parece comenzar como un anuncio sensiblero más, adquiere una fuerte carga emocional al mostrar las imágenes del momento en que la madre da a luz. Ese instante tiene algo muy íntimo que, al menos a mí, hombre soltero, me ha hecho sonreír automáticamente. Tengo que agradecerles haber podido ver estas imágenes porque me han hecho entender mucho mejor la manía de mis novias con tener hijos. Imagino que, por diversas razones, a buena parte del público le puede ocurrir algo parecido.

El anuncio es tremendamente eficaz: el recuerdo que cambió mi imagen del parto ha quedado íntimamente ligado a un fabricante de colchones, me guste o no. Es una historia que no deja indiferente y sorprende por la naturalidad con que muestra imágenes tan directas del parto. En el caso de las mujeres, apela a un elemento de especial interés para ellas. El único riesgo que veo puede ser repetir el anuncio demasiado y, por ello, saturar. Tan sólo con verlo dos veces, emociona menos.

¿Tiene más riesgos producir anuncios “valientes“?, como afirma una comentarista en una discusión? Más allá del aburrimiento, cuesta creer que este spot pueda ofender.

Si la tendencia, tras el famoso anuncio del bebé y el anciano de Coca-Cola, cala, eso sí, podemos terminar hartos de “hermosas experiencias vitales“? y cogerles manía. Imagino que entonces un movimiento pendular nos llevaría de vuelta a apreciar anuncios intencionadamente insípidos. ¿Qué resultará novedoso próximamente?

Vía | Brandlife blog