Blogs vs. revistas, ¿quién lleva la delantera?

Juan Luis Polo

4 septiembre 2006

Mucho se ha hablado acerca de los blogs como alternativa a los medios digitales. La frescura y agilidad de que hacen gala los blogs, la capacidad de mover los temas más calientes como verdaderos regueros de pólvora, que hacen que la información se mueva rápidamente por toda la blogosfera, están consiguiendo que los blogs consoliden sus posiciones.

Pero si esto es así en contraposición a los medios digitales, ¿cuál es el panorama si comparamos las revistas impresas y los blogs? ¿Quién lleva la delantera?

Nosotros estamos suscritos a varias revistas, y recibimos por cortesía bastantes más. Lo que más echamos en falta a la hora de hojear estas revistas, es la frescura de los contenidos. Entendiendo por frescura, el hecho de que los contenidos sean actuales, reflejo de lo que ocurre en el día a día. Es ahí donde los medios impresos pierden muchas bazas. Se tarda entre un mes y 15 días en poner en la calle una publicación de este tipo y eso se nota. Y conste que hace unos años, no tantos, los contenidos de estos medios eran "muy actuales".

Sin embargo, la capacidad para plantear temas de calado más profundo sigue siendo su punto fuerte. Aquí sólo dependen de sí mismas, de un buen contenido, de la capacidad de plantear temas de interés para el sector al que se deben. Puede que aquí esté la clave en el largo plazo. En el fondo viven de publicidad como todos, y necesitan justificar difusión y audiencia. Y esas cifras, pueden estar resintiéndose con la competencia que suponen los blogs.

Una mezcla agridulce en estos días: por una parte no todo está en los blogs: sí hay rápidez en la difusión de la noticia, pero el contenido propio y elaborado con un mínimo de calidad, suele ser diícil de encontrar. Y por otra, el recibir revistas cuyas noticias dejan esa sensación  de que está todo visto, pero al tiempo plantean interesantes temas de debate. Dicotomía que puede complicar la típica cuestión de ¿renovamos la suscripción?

En el fondo, las publicaciones impresas se enfrentan a una clara reconversión de sus planteamientos editoriales, como le puede estar pasando a otros sectores (música, vídeo…) en estos días. Y en gran medida, porque la tecnología está facilitando el que cada individuo sea un editor de contenidos en potencia. Además, no lo he mencionado pero creo que estará en la mente de todos: falta interacción con el lector. Y eso también se nota.

Difícil elegir ganador en este terreno, aunque tal vez no haya que elegir un ganador, ¿verdad?