
Blockchain: una cuestión de tiempo y acuerdos
5 junio 2017

Antes de convertirse en la infraestructura tecnológica que dé soporte a cientos de miles de interacciones digitales, blockchain debe solventar los desafíos que dificultan una adopción masiva.
Desafíos técnicos
Las blockchains públicas, privadas e híbridas comparten algunos estándares tecnológicos, aunque no son plenamente compatibles. Algunas están en fase de experimentación, y ni siquiera utilizan los mismos criterios para consensuar. Esa ausencia de estándares unificados juega en contra de la interoperabilidad, esencial para que unas cadenas “se hablen” con otras, y para lo cual no es necesaria tanto una compatibilidad tecnológica como la posibilidad de establecer vínculos entre plataformas.
Por ello, es necesario un esfuerzo por la estandarización, donde los intereses privados de posiciones enfrentadas -instituciones, bancos, comercios y medios de pago- cedan paso a la consciencia de los beneficios comunes. Algunos consorcios de empresas e instituciones trabajan en la búsqueda de ese bien común. Por ejemplo, la Enterprise Ethereum Alliance, que agrupa a más de 30 miembros -desde bancos como JP Morgan, Santander, Credit Suisse, BBVA o ING hasta tecnológicas como Intel o Microsoft, pasando por startups como ConsenSys o BlockApps. Su trabajo se centra en mejorar la privacidad, seguridad y escalabilidad de las blockchain Ethereum, y optimizarlas así para aplicaciones empresariales.
En su actual estado de desarrollo, blockchain no permite gestionar enormes volúmenes de datos. Por eso, aunque industrias basadas en datos -como salud o finanzas- confíen en sacar provecho de aportaciones como la verificación de identidades o la redistribución, inmutabilidad y transparencia de los registros, la eficiencia de blockchain puede ponerse en entredicho en el momento en que se plantea como plataforma para el procesamiento de ingentes cantidades de datos.
El último gran desafío de blockchain es la escalabilidad. Un blockchain público totalmente escalable (los blockchains consensuados no necesitan ser escalables porque funcionan sobre pocos nodos, como tampoco los blockchains estrictamente privados alojados en una única empresa) permitiría remodelar internet y arrancar una nueva era de comunicaciones seguras, en un entorno desintermediado donde nadie tendría que fiarse de nadie (aunque sí de las matemáticas) para poder intercambiar valor y mensajes de manera fiable. Una estructura que permitiría, por ejemplo, soportar micropagos instantáneos, así como Internet de las Cosas.
La buena noticia es que blockchain evoluciona rápidamente hacia la escalabilidad total, que probablemente no tardará en alcanzarse. Diferentes tecnologías permiten ya una escalabilidad completa en blockchains privadas, que se ejecutan en tiempos de espera muy cortos mientras certifican sus datos en una cadena.
Desafío estructurales
Uno de los requisitos imprescindibles para el crecimiento de blockchain es la necesidad de regular un marco de actuación. Una moción del Parlamento Europeo del 3 mayo de 2016 reconoce el potencial de las criptomonedas y las DLTs a la hora de contribuir al bienestar ciudadano y el desarrollo económico, principalmente mediante la disminución de los costes operacionales de las transacciones y la reducción del coste de acceso al sistema financiero; sin embargo, alerta de los riesgos y la incertidumbre en torno a estas aplicaciones, que precisan de un marco legal al día con la innovación.
La difusión de blockchain no deja de incluir una paradoja ideológica. Pese a los idealizados valores de descentralización y desintermediación, muchos proyectos, especialmente en la sociedad civil (por ejemplo, las mencionadas votaciones) no saldrán adelante si una “institución tradicional” no toma la decisión de implantar la tecnología y se responsabiliza de su mantenimiento y buen funcionamiento; reafirmando de alguna manera su rol autoritario, si bien este puede sustituirse por el más templado de mediador.
Un razonamiento paralelo se puede extender al sector privado. La implantación de protocolos blockchain en diferentes sectores económicos se justifica por los beneficios y mejoras mensurables, dejando a un lado los valores o la carga ideológica de fondo. Eso sí, sin renunciar a un mayor o menor grado de transparencia, redistribución de poder, fiabilidad y agilidad.
Incluso la transparencia puede tornarse de virtud en problema: ¿hasta qué punto el acceso a los datos por todos los actores puede suponer un conflicto? ¿Puede suceder que competidores o partes con intereses confrontados compartan la misma blockchain?
Cuando todo esto funcione
La consultora Grand View Research estima un mercado global de blockchain (incluyendo cadenas privadas, públicas e híbridas) valorado en 7.700 millones de dólares en el año 2024. A medida que la tecnología se extienda, blockchain abrirá el camino no sólo al desarrollo de nuevas metodologías y modos de organización, sino a modelos de negocio que todavía no imaginamos, más directos y simplificados, que ahorrarán fricciones y costes, donde los intermediarios se hayan convertido en una obsolescencia.
El impacto de blockchain no sólo será visible en el ámbito empresarial. Sus repercusiones se harán notar en diferentes esferas sociales, impregnando procesos rutinarios y cotidianos, desde la regulación mediante smart contracts de la remuneración salarial hasta los proyectos de votaciones basadas en blockchain. Incluso personalidades como el ex primer ministro británico David Cameron defienden su uso para controlar la corrupción política.
A fin de cuentas, Blockchain no nos hará mejores personas, ni pulirá nuestra ética: quien tenga intención de engañar seguirá intentándolo, con o sin blockchain de por medio. Pero sí rediseñará experiencias, eliminará algunas de las inquietudes o precauciones que asaltan nuestro día a día, reducirá factores de estrés como la incertidumbre o la desconfianza. En última instancia, cualquier elemento físico o digital que atesore un valor podrá ser registrado en blockchain, y el cliente/ciudadano tendrá la llave para controlar lo que le pertenece.
__________________________________________________________________________
Puedes encontrar más información sobre blockchain en el estudio “Blockchain: construyendo confianza”, de Rebel Thinking, y además el próximo 14 de junio podrás disfrutar en Sharing Madrid de una mesa redonda sobre Blockchain moderada por Carlos Corredor, en representación de Good Rebels.

