
AT&T, o cómo no disculparse
16 septiembre 2009
La exclusividad de servicio para el iPhone de Apple fue un arma de doble filo para AT&T. Por un lado, recibe en torno a 2.000 dólares anuales de cada uno de sus clientes, pero, por el otro, el tráfico de datos ha colapsado sus redes, interrumpiendo el servicio en muchas ocasiones y dejando a miles de usuarios bastante molestos con su proveedor.
De modo que, en el mejor espíritu 2.0 (que no se diga…), lanzaron un vídeo reconociendo los fallos, explicando las razones y haciendo gala de un prometedor propósito de enmienda. El problema es cómo lo han hecho. Como bien indica Jackie Huba (y con los lectores que tiene su blog, la empresa empieza a tener un problema), las palabras lo sentimos? no aparecen por ningún lado. De hecho, la impresión que Seth, el bloguero? nos deja, es más bien la de autopromoción mal encubierta.
Si se trata de decirle a los clientes que entendemos y compartimos con ellos su irritación por el mal servicio que les hemos prestado, ¿a qué viene que nos cuenten cómo funcionan sus redes y que nos cuenten que es que somos demasiados clientes para sus redes? ¿Acaso no tendrían que haberlo previsto? Se trata de que han fallado en su prestación de servicio y, como cliente enojado, no me interesa su vida, sino el servicio por el que pago.
Creo que el razonamiento es sencillo para cualquiera que se ponga en la piel del cliente (lo que no es muy difícil dado que todos lo somos de alguien). Da la impresión de que hay cierta confusión en AT&T acerca de cómo dirigirse a los clientes y emplear los Social Media. Dudo que la agraviada clientela de AT&T reaccione positivamente. En el mejor de los casos, quedará indiferente.
Vía | Church of the Custumer

