
Atentados de París: el levantamiento de las redes, la caída de los egos
26 noviembre 2015
Noche del viernes 13 de noviembre- Los ‘breaking news’, ‘urgentes’ y ‘últimas horas’ empiezan a inundar las redes sociales, un poco más tarde lo harán en los televisores. Todos ellos tienen una palabra como epicentro: París. De la ciudad de la luz solo se desprendía oscuridad informativa en los primeros compases de la noche. Las noticias llegaban con cuentagotas y era difícil llenar hasta 140 caracteres. A medida que nos acercábamos a la madrugada del sábado (hora española) empezaba a fluir ¿la información?. Algo gordo estaba pasando. Ahora en frío y con la claridad que aporta la distancia temporal, analizamos lo que sucedió, nos metemos en las redes sociales.
Ser el primero no significa ser el mejor
Seguro que más de una vez habéis escuchado que las redes sociales las carga el diablo, y seguro que muchos llevarán esta frase como mantra desde el viernes 13 de noviembre. El ansia por ser el más rápido dejó en evidencia a más de uno. Un defecto que se ha acentuado con la democratización informativa que nos han concedido las redes sociales. Vamos con ejemplos:
1. El viernes por la noche empezó a circular esta foto de los Eagles Of Death Metal en la Sala Bataclan. Sí eran ellos, pero en Dublín.
2. Viral también fue esta imagen del campo de refugiados de Calais (Francia). Se habló de explosiones, fue un incendio.
3. Este buen hombre estuvo a punto de ser una de las personas más buscadas del planeta por este montaje fotográfico. Incluso Antena 3 y La Razón se hicieron eco de la imagen.
4. Seguimos con medios, memorable es el patinazo de ‘La Mañana de la 1’ confundiendo el logo de la alianza rebelde de Stars Wars con el emblema de Al Quaeda.
5. Muchos palos le cayeron a este tuit del programa ‘Tú cara me suena’.
Lo cierto es que la cobertura de la televisión española en las primeras horas dejó mucho que desear, cayendo toda la labor sobre 24h y 13Tv.
6. Otros tantos al grupo Mediaset el sábado 14 de noviembre por esta publicación.
7. Y a Carlos Herrera el lunes 16 de noviembre por la mañana, por este selfie en la zona cero de los atentados.
8. Y ojo, que como recoge en este tuit @lalibreta, lo importante ya no es dar la noticia, si no ser el primero en darla.
En las redes sociales nunca llueve a gusto de todos
Rápido reaccionó Mark Zuckerberg con ‘Safety Check‘ de Facebook: aplicación que permitió compartir a los usuarios en París si estaban bien tras los dramáticos sucesos. A Zuckerberg se le criticó por utilizar este protocolo con París y no con Beirut el día anterior. La respuesta corporativa fue: «Hasta ayer nuestra política era activar Safety Check solo para desastres naturales. Hemos cambiado esto y planeamos activarla para más desastres humanos». Sin embargo no dieron respuesta a: ¿por qué sí al filtro con la bandera de Francia y no de otros países que también han sufrido «desastres humanos»?. Estaremos pendientes de sus próximos pasos… Mark, te vigilamos.
Un #HT, un vídeo, una imagen: la unión hace la fuerza
No es mi intención criminalizar a las redes sociales. Por eso un lugar destacado merecen estos ejemplos:
1. El uso del HT #PorteOuverte que propuso este periodista para acoger a las personas que estuvieran en la zona de los atentados, que necesitaran ayuda, o incluso turistas en shock deambulando por las calles parisinas.
2. La imagen de esta chica colgada de una de las ventanas de la Sala Bataclan durante los tiroteos sobrecogió al mundo. Gracias a las redes supimos que estaba embarazada y lo más importante, que estaba bien. Y por estas mismas redes ella consiguió localizar a la persona que le ayudó a salir del lugar de la tragedia.
3. Gracias a las redes, vimos cómo la afición alemana y la francesa se fundían en una a la salida del Stade de France, en Saint-Denis, cantando La Marsellesa para combatir el miedo y el desconcierto.
4. Gracias a la redes muchas personas supieron si los suyos estaban bien. Y gracias a ellas el mundo se unió en torno a esta icónica imagen de un artista francés, Jean Jullien, al que podéis seguir en Instagram.
Sí al periodismo. Sí a las redes sociales. Sí al ciudadano
1. No al periodismo ciudadano, sí al periodismo: porque existe la aportación ciudadana, los periodistas no pueden ser omnipresentes, y se agradece que haya alguien en el lugar de la noticia. Pero son los periodistas los que tienen la obligación de filtrar, contrastar, contar y aportar valor añadido a lo que sucede. Por eso no debe primar el ser el más rápido, el que da ‘la exclusiva’… ni que decir tiene que en sucesos como los de París esta obligación profesional y moral cobra aún más fuerza.
2. Sí a las redes sociales: no hay que criminalizar a las herramientas que nos brinda la tecnología, el problema son los que hacen un mal uso de ellas en toda su extensión.
3. Sí a la gente: y gracias a las redes, por mucho, y porque muchos nos sentimos acompañados en una noche de destemple y desvelo como la del pasado viernes.
Todo lo ocurrido estos días no ha escapado al radar de Territorio creativo. Los pasillos, las salas de reuniones, nuestra intranet… cualquier lugar era bueno para iniciar el debate, para compartir opiniones y para aprender unos de otros. Aquí van algunas de nuestras reacciones:
María Ares comentaba: «Personalmente, soy muy fan del ‘Safety Check’ de Facebook, así me enteré al despertarme no solo de que mis amigos que viven en París estaban bien, también del atentado.Y me emociona mucho el vídeo de los aficionados cantando la Marsellesa en los pasillos del estadio cuando aún no sabían lo que había pasado. Es brutal.»
A Sergio Vázquez lo que más le sorprendió el día de los atentados de París, fue «que no encontraba información por ninguna televisión, sólo en radio.. No soy periodista, pero lo que si veo es que si el futbolista de turno hiperfamoso, se ha cortado las uñas (por poner un ejemplo estúpido), sale en todos los telediarios, mientras que informaciones importantes de este tipo, parece que tardan en salir, ¿no había periodistas de TV preparados en ese momento? ¿porqué en radio se informaba prácticamente en directo?….»
A Marga Soucase le «impactó muchísimo el video de la mujer embarazada en Bataclan y le «alegró enormemente descubrir que estaba bien y había podido contactar con su ‘salvador’. Como no, compartí el artículo en el que se arrojaba un poco de luz».
Guillem Cebrián comentaba que «seguí minuto a minuto los atentados por twitter. Tenía la televisión encendida pero me llegaba todo infinitamente antes por la red social que por la TV (siempre y cuando filtres información y tengas en el radar buenas fuentes). Que en Mediaset siguieran con su programación sinceramente no me sorprendió ya que también lo hicieron en su día con Charlie Hebdo».
María Álvarez y Carolina Serrano participaron en el debate poniendo su propia experiencia en Territorio Creativo:
María Álvarez: «Llevando el tema a las marcas, a nosotros, un grupo francés con marcas muy vinculadas a París, nos pidió el sábado de urgencia que anuláramos todo tipo de publicación que estuviese prevista hasta este martes. Y nos dieron instrucciones muy claras a nivel de grupo para todos los países de lo que debíamos publicar».
Carolina Serrano: «Muchas marcas, más de las esperadas no se manifestaron con los hechos. Se enfocaron muchísimo en Instagram. Un 90%. Encontré que pocas lo hicieron de forma global. Cada país lo hizo de forma distinta, incluso las marcas parisinas. Muchas veces las marcas no comparten ideologías de cualquier tipo o creencias religiosas que podrían relacionarse en post como estos. Ejp: El HT que fue tendencia mundial #prayforparis no lo usó ninguna de las marcas que encontré…. Casi ninguna marca hizo cosas creativas. De hecho las vi poco organizadas en cuanto a estrategias, muchas no publican hace más de dos semanas y tampoco se manifestaron este día».
Leyder Moque aportó su visión desde Colombia: «Veo que el periodismo español, que es referencia aquí en Colombia, genera las mismas discusiones que los medios de comunicación en Colombia. Desafortunadamente o afortunadamente como lo quieras ver por estas latitudes hemos vivido en un conflicto por más de 50 años, aunque hemos pasado una época negra como los años 90 llena de atentados y terrorismo en las grandes capitales, creo que aún los medios no han aprendido del todo a diferenciar «la exclusiva» y además no sacan el máximo provecho a las plataformas digitales.»
Para Julio Sanguino: «Creo que los corresponsales no se mueven por los intereses e influencias que intoxican los medios de información. Sin embargo, cada vez tengo menos fe en la capacidad de discurrir de la gran masa (y me temo que la reduccionista forma generalizada de entender los complicados procesos alrededor del yihadismo global es un gran ejemplo de por qué no podemos fiarnos de esos ejércitos de tuiteros movidos por sus propios dogmas)».
María Pulgar comentaba: «Para que luego digan que Twitter está muriendo. En los directos y el minuto a minuto es la mejor fuente de información si sigues a medios de referencia claro está. ¿Que quiero seguir la última hora de lo que está pasando en Francia? No pongo la tv, porque seguramente esté en el metro o en un bar, así que me meto en Twitter. ¿Que no puedo ver la gala de GH porque estoy en un evento? Pues me meto en Twitter para ver a quién han echado.»
Carlota García-Abril añadía: «Yo también estuve pensando en la diferencia del tratamiento de la información por los distintos medios. Personalmente, de las noticias internacionales prefiero informarme a través de cabeceras internacionales, porque pienso que ninguno de los nacionales tiene ahora mismo los recursos para hacer una buena cobertura. Uno de mis favoritos es BBC World, que da información hiperactualizada. Gracias por supuesto a su red y capacidad, pero también en parte a la apertura del medio hacia las redes, que utiliza para poder enriquecer su información recogiendo testimoniales de fuentes directas con pies como éstos, que apelan a la participación ciudadana».
Óscar Suescun reconocía que: «Yo mismo pequé de creerme que el incendio del campamento de refugiados había sido intencionado, porque mi compañera de piso lo había leído en una noticia OFICIAL y al contrastarlo al día siguiente, vi que hoy en día, desgraciadamente, a la mayoría de la prensa le prima más ser el primero en dar una noticia que preocuparse en la veracidad de dicha noticia»
«Me acuerdo perfectamente que la noche del atentado, el único lugar dónde uno podía informarse de lo que estaba sucediendo era a través de las RRSS. Pero tal y como tu dices, el mal uso que la gente hace de ellas, lleva al sensacionalismo, de hecho el gobierno francés y las embajadas francesas de varios países advertían a los usuarios de contrastar toda la información de los medios con la que se publicaban en las fuentes oficiales» comentaba Andie Maldonado.
Támara Francés también aportaba un ejemplo práctico: «Para evitar que el domingo el «periodismo ciudadano» arruinara la redada que estaba llevando a cabo la policía en Bruselas, solicitaron vía Twitter el apoyo de todos los ciudadanos…El resultado no pudo ser mejor: ¡Llenaron Twitter con gatitos! #BrusselsLockDown»
Para Kiko Requena: «No hay «periodismo ciudadano» y «periodismo», solo hay periodismo y tiene mucho de lo que tú comentas (filtrar, contrastar, contar y aportar valor añadido a lo que sucede). Desde mi punto de vista, no está mal que una persona ejerza de altavoz ante un acontecimiento que esté viviendo sin necesidad de tener ningún título que le acredite como profesional. Otra cosa es que nosotros le aportemos credibilidad o no. Desgraciadamente existen muchos profesionales que dicen ser periodistas y son los que menos rigor tienen, en parte por eso es una profesión tan corrompida. Como he dicho, debe ser el receptor el que debe tener suficiente criterio para otorgar credibilidad al asunto».
Esta es nuestra opinión, ahora falta la tuya.

