8·3·11 – Análisis de un huracán viral (1)

GoodRebels

19 agosto 2011

A diario, miles de compañías publicitarias intentan hacer publicidad viral sin éxito, es estudiada a fondo, y aún así los elementos que una publicidad necesita para convertirse en un auténtico fenómeno viral siguen eludiendo al más estudioso y a las compañías de publicidad más maquiavélicas y teóricas.

Animal Político – El congal postapocalíptico

¿Por qué esta cita? Porque a lo largo de dos artículos quiero analizar cómo no hace ni un mes un fenómeno viral nos ha tenido a medio planeta cibernáutico en vilo, centralizando todo a través de un sitio web y un concepto poderoso de una manera que ya nos habría gustado a muchas compañías y agencias.

Cuando entrabas en la web la sensación era una mezcla entre inquietante, misteriosa, con tintes de sitio web apocalíptico y/o sectario, o de un campañón de marketing de diez. Finalmente resultó ser un experimento de unos estudiantes de Texas venido a mayores y que escapó a su control. Y precisamente por esto creo que puede ser especialmente interesante ejercer como una agencia más e intentar desgranar un poco más los secretos de «lo viral». Se trata de un éxito tan inesperado como interesante, y creo que ahí, además de en lo poderoso de la idea originaria y en el desarrollo de la misma, residen sus claves.

A lo largo de dos artículos realizaré una presentación del fenómeno en un primer lugar, y un análisis de los elementos que considero han tenido más peso para la viralización del fenómeno en segundo lugar. Estaré además encantada de recibir vuestras aportaciones y reflexiones: cualquier cosa que me ayude a realizar un análisis más rico será bienvenida.

Presentación: el fenómeno 8·3·11

Para los que no seáis familiares con el suceso, os lo introduzco brevemente: a principios-mediados del pasado julio (yo me enteré a través de una referencia en Yahoo el 19 de julio) explotó algo que llevaba ya semanas fraguándose en Estados Unidos:

Una serie de carteles con la foto antigua de una niña (al modo de los carteles de «se busca»), con flecos para arrancar y visitar el sitio web 8-3-11.info (al modo de los anuncios de pisos), y los números 8·3·11, plagaban farolas y paredes de muchos puntos de América como un virus misterioso e imparable.


Elementos del sitio 8·3·11

La reacción lógica era redirigirse a este sitio web en busca de más información. Al llegar, la foto de la niña, y en grande: ‘Help Her‘, y de nuevo los números 8·3·11. Llamaba la atención ya de entrada.

El diseño era más bien sencillo: blanco y negro, navegación descomplicada, tipografía Times New Roman en todas partes, unos cinco o seis enlaces internos al sitio… y psicofonías diferentes en cada enlace que pinchabas.

El siguiente paso natural era ir clickando en cada enlace interno. En cada uno de ellos se ofrecían explicaciones que extendían de forma muy sucinta la poca información que ya de por sí había en la página principal. Al final de cada texto había un número compuesto de 5 ó 6 cifras al final, como 18.000 o 175.000. Más elementos de misterio que luego resultaron ser los números identificativos de las personas implicadas en el proyecto (por ejemplo, se sabe que el número 68.000 era el responsable).

Uno de estos enlaces que en concreto decía «Ask Anonymously», redirigía a la cuenta de cuenta de formspring de 8-3-11, donde podías leer las respuestas del encargado de toda la operación (68.000), o igualmente plantear preguntas.

Desarrollo del misterio 8·3·11

No nos quedaremos solo en los detalles técnicos de todo el fenómeno, puesto que éste iba construyéndose en algunos aspectos sobre la marcha, al estilo de Casablanca: al tener un éxito inesperado, sus creadores de pronto se vieron sobrepasados por la cantidad de preguntas e interpretaciones que les vinieron de sopetón. Se dieron cuenta de que había multitud de lagunas en las informaciones que ofrecían, lagunas que alimentaban el rumor popular de los internautas. Y es que, con mayor o menor grado de consciencia, habían creado un sitio con todos los elementos necesarios para mantener el suspense. Y a cada información nueva que añadían en su formspring, no hacían sino aumentar el misterio.

Las reacciones en la llegada al sitio eran variadas. Por mencionar sólo algunas:

  • La más abundante, era de los que creíamos que era una campaña viral de marketing. Se barajó que era un «campañón» para estrenos de cine que están próximos, como Super8 .
  • Otros estaban convencidos de que era una página apocalíptica, que auguraba una gran catástrofe el 3 de agosto de 2011 (a pesar de que en el formspring se aseguraba que nada iba a ocurrir).
  • Otros creían que era una campaña para intentar ayudar a una niña enferma. (Lógico si decía «Help Her»).

Lo cierto es que las interpretaciones eran múltiples. Pero no sólo la primera impresión era lo que contaba. Inmediatamente después hacían aparición elementos que te «ataban» al lugar:

  • Sonidos que recordaban a las psicofonías de las películas de terror: ondas de radio en las que se mencionaban series de números, y que luego resultaron haber sido extraídas de The Conet Project. Su adición a la página agregó una buena dosis de misterio.
  • Cifras como las ya mencionadas 18.000 ó 175.000, que luego resultaron ser los miembros del proyecto.
  • Ilustraciones de difícil interpretación y con alfabetos encriptados.

  • La niña era la absoluta protagonista y le habían dado un nombre. Cuando investigabas en formspring descubrías que el la niña de la foto se llamaba «Belle».

Muchos de los que navegamos por Internet sucumbimos a esta página web, pues planteaba un desafío para tu intelecto, y en cierto modo te hacía sentir un poco Sherlock, con tintes a películas de terror tipo El Orfanato, Darkness, o REC.

Ya tenemos los ingredientes: hasta aquí este primer post. Espero, en el tiempo que tenga hasta escribir el segundo, con esto y vuestras aportaciones y reflexiones en torno al tema, poder realizar un análisis profundo del «ARN» de los fenómenos virales. Siempre todos nos preguntamos sobre ellos, y a todos nos gustaría conocerlos más a fondo.

¿Qué elementos creéis que han podido contribuir más a la viralización de 8·3·11? ¡Gracias a todos los que queráis ayudar a desgranar los misterios de este viral!

Más información para inquietos | Pijamasurf
Sobre cómo se desveló el misterio | Taringa